La pizza es una receta súper recurrente y, la verdad, es que el prepararla puede convertirse en un momento de diversión cuando lo hacemos en familia. Sobre todo, si tenemos hijos pequeños. Y no solo en el momento de poner los ingredientes, sino que también podemos pasar un rato genial si preparamos masa casera con los niños. ¿Os animáis?
Masa de pizza casera, ingredientes básicos
Una masa de pizza casera lleva como ingredientes básicos la harina, el agua, el aceite de oliva y una pizca de sal. Muchos habréis pensado que también es necesario añadirle levadura, pero lo cierto es que podemos preparar una base deliciosa únicamente con estos cuatro alimentos.
Luego existen multitud de variantes, que harán que adquiera diferentes texturas y volúmenes. Todas ellas igual de ricas y sabrosas. De hecho, podemos preparar distintas versiones: si usamos harina de trigo integral o, por ejemplo, harina de otros cereales como la espelta, el arroz, la avena. O también, harina de legumbres como los garbanzos. Incluso, como puedes ver en esta videoreceta, hay quien elabora pizza con base de coliflor, una idea diferente y ¡riquísima!
Elaborar la base en unos sencillos pasos
Para prepararla debéis mezclar en un bol 400 g de harina junto con la pizca de sal. Formad un hueco en el centro de la mezcla y añadid el aceite de oliva (2 cucharadas soperas) y el agua (200 ml). Amasad todos los ingredientes. Veréis cómo se va formando una pasta, que debéis seguir amasando hasta que ya no se pegue en las manos. Cuando hayáis llegado a este punto, debéis dejarla reposar durante unos minutos.
Y ya tenéis lista la masa de pizza casera. Fácil, ¿verdad? Trabajar la masa es lo que más les gusta los peques de la casa. ¡Déjales que participen y se pringuen en el proceso de elaboración! Seguro que les encanta y se enorgullecen de comer una pizza hecha con sus propias manos.
Otros ingredientes para un toque distinto
Por otro lado, hay recetas que también añaden levadura, como comentábamos. Ésta puede ser fresca o seca y habrá que añadirla en el momento de elaboración, aunque hay que tener en cuenta algún detalle. En este caso, debéis poner la harina en un bol y disolver la levadura con el agua. Comenzad con la mezcla de estos ingredientes y, cuando esté integrado, añadid el aceite y la sal. Seguidamente, se debe amasar, tal y como en la anterior receta y se deja reposar. También es muy sencillo y la levadura le aporta esponjosidad, aunque no es un ingrediente que tengamos en casa siempre, por eso la masa básica es más recurrente.
Por eso otra opción es prepararla con cerveza, que también contiene levadura, de modo que aprovecharemos este ingrediente de la cerveza para que fermente nuestra base. En este caso, mezclamos la harina, la sal y el aceite y, a continuación, añadimos la cerveza (media lata, más o menos, a temperatura ambiente), que sustituirá el agua. Se amasa todo junto hasta que no se pegue en las manos y se deja reposar por unos minutos.
¿Es la pizza casera una receta sana?
Pues dependerá de los ingredientes que añadamos encima de la base. Para empezar, te recomendamos que utilices verduras como, por ejemplo, calabacín, cebolla, tomate natural, pimiento rojo o verde, champiñones o, incluso, hojas de espinacas o rúcula. Y, a continuación, añade algún ingrediente proteico como carne picada de cerdo, tiras de pechuga de pollo, quesos o Jamón Cocido, que también les aportará hierro. No te olvides de la imprescindible mozzarella y un poco de orégano u otras especias para darle el toque final.
De esta manera, una pizza casera, elaborada con ingredientes de calidad, cumpliría con los tres grupos de alimentos que recomienda el plato saludable. Eso sí, lo más recomendable sería acompañarla con un poco de ensalada para cumplir con las proporciones que se indican en este método.
¡Esperamos que disfrutéis de una buena tarde de preparación en familia y que os guste la receta que os hemos propuesto!