Parece mentira, pero ya se acercan las fiestas de Navidad y Año Nuevo. Como la mayoría de las celebraciones, son fechas en las que abundan la comida y los dulces. No muchos lo saben pero, una de las características del modelo de la dieta mediterránea hace referencia a comer en familia, en compañía alrededor de una mesa. Según las últimas investigaciones indican, comer con otras personas es ventajoso para nuestra salud.
También es cierto que, en esta época del año, es frecuente celebrar varias veces las fiestas con diferentes familiares, grupos de amigos, comidas de empresa, etc. Esto acaba derivando en una temporada en la que muchos ingerimos más comidas copiosas, dulces y bebidas alcohólicas de lo habitual. Además de hacerlo en horarios desplazados, las comidas o cenas empiezan tarde y se alargan en sobremesas eternas. Puede que algún año hayas experimentado digestiones más pesadas, acidez o algún tipo de malestar gastrointestinal en estas fechas. ¿Te suena? Sigue leyendo para descubrir cómo tener un buen balance durante las fiestas de Navidad.
Recomendaciones dietéticas para tener un buen balance durante las fiestas
Hoy os traemos algunas recomendaciones a tener en cuenta para sobrellevar las fiestas de la mejor manera posible:
- No excederse con las cantidades. Es preferible comer porciones pequeñas ya que muy probablemente haya varios platos a probar. Una recomendación es servirse la comida en un plato pequeño, esto ayudará a no excederse con las raciones que vayamos a servirnos.
- Comer despacio procurando masticar bien la comida. La digestión empieza en la boca, masticar lo suficiente es muy importante para facilitar el proceso. Comer en grupo mientras se mantienen conversaciones dificulta el hecho de prestar atención y masticar de forma consciente. Antes de empezar a comer, recuerda masticar y saborear cada bocado de comida.
- Moderar el consumo de alcohol. Esta recomendación debería estar siempre presente pero en estas fechas aún más, pues son muchas las ocasiones en las que tendremos a mano vino, cava, licores y un largo etcétera de bebidas alcohólicas.
- Mantener el hábito de realizar actividad física de manera regular, incluso durante las vacaciones. Además, caminar unos minutos después de las comidas o cenas más copiosas puede ayudar a aplanar las curvas de glucosa en sangre. Es decir, a reducir los niveles de azúcar en sangre, algo especialmente interesante para gente con diabetes tipo 2 o prediabetes.
- En la misma línea, otro consejo es evitar permanecer sentado durante un largo periodo de tiempo. Estas comidas suelen alargarse mucho, levantarse a recoger los platos es un buen truco para estirar las piernas.
- Acabar las comidas con una infusión puede ayudar a facilitar la digestión. Por ejemplo, té verde, poleo, manzanilla, infusión de hinojo, etc. Eso sí, evita añadir azúcar, miel u otro edulcorante.
- No hagas compensaciones. Aunque durante unos días varíe el patrón alimentario no es necesario compensar nada. A menudo, tratar de restringir la ingesta o hacer una dieta detox o de depuración después de las fiestas puede comportar más riesgos que beneficios. Fuera de las comidas de celebración, intenta mantener tus hábitos saludables y, cuando terminen, irás volviendo a tu rutina de forma orgánica.
- Escucha tu cuerpo y respeta las señales de hambre y saciedad. En estos eventos es muy común comer por inercia. Si quieres aprender a comer de forma más consciente échale un ojo a estos consejos para practicar la alimentación intuitiva.
- No olvides beber agua para asegurar una correcta hidratación. Recuerda que el agua es necesaria para el correcto funcionamiento del organismo y, además, juega un papel en la sensación de saciedad.
El último consejo que queremos darte es que disfrutes de las fiestas y seas compasivo contigo mismo y con los demás. Se trata de un periodo limitado, flexibilizar tus comidas durante unos días no va a cambiar la rutina ni los hábitos saludables que hayas adquirido durante el resto del año.
Si tienes la oportunidad de ser el anfitrión de alguna comida o cena especial, aprovecha para hacer un menú a tu gusto, quizás puedas ofrecer a tus invitados opciones de platos ricos y, a la vez, saludables.