Nos acercamos a fechas señaladas, días marcados por el frío, los regalos y, también, por la comida. Y cada año tenemos el mismo objetivo: que estos días no nos hagan perder todo lo que hemos conseguido. Cuando uno aprende a comer saludable, solo necesita recordar algunas cosas para que nuestra línea no se resienta. Vamos a ver algunos consejos a continuación para cuidarnos esta navidad.
Consejos para cuidarse durante todo el año
Cuando hablamos de alimentación, es importante tener en cuenta que los momentos puntuales no son el problema por el que podemos perder la línea. Si nos cuidamos durante todo el año, por comer un poco diferente estos días de fiesta, no vamos a notar nada. Cuidarse significa comer de manera equilibrada, en las proporciones justas y adaptadas a cada uno. Si llevamos a cabo una alimentación saludable, los días puntuales no tienen que preocuparnos. A continuación, os dejamos unos tips para que no pierdas la línea durante estas fechas, ¡sin dejar de disfrutar!
No saltarse comidas
Esto es una práctica bastante habitual y contraproducente. Se basa en el razonamiento de que “si voy a comer algo que no me toca, pues no desayuno y así no me afectará a la línea”. Puede parecer que tiene lógica, ¿verdad? Pero lo cierto es que llegamos con más hambre a la siguiente comida y comeremos más cantidad sin darnos cuenta.
Quizás pienses: “bueno, pues me salto la cena y así compenso lo que coma”. Tampoco es aconsejable, porque precisamente es con este tipo de acciones con las que perdemos todo lo que habíamos conseguido hasta ahora: la rutina, regulación de la sensación de hambre, unos ciclos regulares de liberación hormonal…
Por lo tanto, “saltarse comidas” no será la mejor solución. Veamos qué más debemos tener en cuenta.
Evitar comer en exceso
Uno de los puntos más importantes para tener en cuenta es evitar comer en exceso. Todo lo que vamos a servir o nos van a servir, estará buenísimo, desde luego, pero hemos de trabajar por seguir comiendo cantidades ajustadas a nuestras necesidades. Normalmente las comidas que preparamos en estas fechas suelen ser más elaboradas, con más ingredientes de los que utilizamos habitualmente en nuestro día a día. Todo suma. No se trata de comer menos de lo que comemos habitualmente, sino de no excedernos. Esto se logra siendo comedidos.
Turrones y polvorones, ¿sí o no?
¡Son los protagonistas por excelencia! Pero ¿cómo decir que no a un trocito de turrón o un polvorón? Si nos remitimos a la pirámide de la alimentación saludable de la SENC, los dulces aparecen en la punta de la pirámide como alimentos de consumo ocasional. Esto quiere decir que, en los marcos de una alimentación equilibrada, ocasionalmente podemos comer alguno de estos alimentos sin que esto afecte a nuestra salud, ni tampoco a nuestra línea. ¿Qué debemos hacer con los turrones y polvorones? Pues ser flexibles: si nos estamos cuidando, no va a pasar nada si te comes un trozo de turrón o un polvorón los días señalados. Un consejo extra: cómelos con atención, saboréalo bien, deléitate… ¡tomate tu tiempo degustándolo!
Y para beber…
Otro de los excesos que se suelen dar en estas fechas es el que tiene que ver con el consumo de bebidas alcohólicas. Entre el aperitivo, acompañamiento y brindis varios, acabamos bebiendo buena cantidad de este tipo de líquidos. Pero de nuevo apelamos a la moderación. La mejor manera de controlar la cantidad que bebemos es priorizando el consumo de agua. Podemos tomar un aperitivo, y durante la comida priorizar el agua. De esta manera, el consumo se habrá reducido a más de la mitad, ¡y esas calorías vacías que te ahorras!
Menús equilibrados en Navidades, ¿es posible?
¡Claro que sí! Si te toca preparar el menú de uno de estos días, ¡prepara unos deliciosos platos sin renunciar al equilibrio! Un menú equilibrado es el que está compuesto por los alimentos necesarios para aportarnos los nutrientes que necesitamos. Y los grupos de alimentos que debe haber son las verduras, los alimentos proteicos y los alimentos ricos en hidratos de carbono.
Pero un momento… ¿qué tipo de platos podemos preparar? En primer lugar, podemos utilizar las verduras en los entrantes o como acompañamiento, preparadas y presentadas de mil maneras. Una deliciosa crema, unos cogollos con un poco de salpicón de marisco o unas tostadas o volovanes con verduras asadas, son una manera de incluir las verduras en estos menús en los que normalmente no suelen estar presentes. De segundo, una fuente de proteína como por ejemplo carne, pescado, huevos o legumbres. Y además una fuente de hidratos si no la ha habido ya: pasta, patata, arroz, pan… Incluso legumbres como plato único ya que nos aportan proteína e hidratos. ¿Qué platos podríamos hacer? Una sopa de pescado o carne con pasta, un cocido, unos canelones, unas patatas rellenas con carne, un delicioso arroz caldoso con marisco… Tienes algunas ideas en nuestro artículo de recetas para un menú navideño.
Y de postre, algo ligero, porque recuerda que hay turrones y polvorones, no querrás que te sobren y te los tengas que comer, ¿verdad? Así pues, una mousse de limón o yogur, por ejemplo, podrían ser opciones de postre. Y si incluyes la fruta, aún mejor: unas copas de crema de naranja y canela, o unas brochetas de fruta con un poco de chocolate negro… ¡Mmm!
Estas Navidades, sigue cuidándote, ¡tu línea y tu salud te lo agradecerán! ¿Quieres leer más artículos sobre menús equilibrados para las fiestas? Lee nuestras ideas para hacer platos equilibrados. ¿Te ha sobrado comida? Ningún problema, te damos recetas de aprovechamiento.