Hace muchos años que las gentes de Dinamarca están declaradas como las personas más felices del mundo. Y es que su filosofía de vida les ayuda a buscar la felicidad en las pequeñas cosas. Y esto es algo que muchas veces no nos consentimos por nuestro ritmo de vida. No te permitas perderte esos detallitos o momentos que aportan felicidad a tu día a día. Esfuérzate en hacer algunos cambios en tu rutina y serás más feliz. ¿Cuáles son los secretos del Lykke?
¿Qué significa Lykke?
Lykke es una palabra danesa que se traduce al español como felicidad o buena suerte. Y no en vano se ha convertido en una referencia como forma de vida. ¿Y por qué se ha puesto tan de moda? Se trata de un libro publicado por Meik Wikking, en el que se desvelan los secretos que hacen que nuestro día a día sea más feliz. Según su autor, la felicidad depende de tres pilares básicos: aquello que no podemos cambiar (como las que tienen que ver con la biología), lo que podemos cambiar a través del tiempo (en referencia a las políticas) y lo que podemos cambiar mañana, es decir, nuestra conducta.
Y en este último punto es en el que más podemos invertir nosotros mismos. ¿Cómo?
Cómo incluir el Lykke en nuestro día a día
Ten sentido de comunidad, de unión
Conoce a la gente que te rodea, socialízate y crea comunidad. Ya sea en tu trabajo o en tu comunidad de vecinos, haz relaciones. Relacionarte te ayudará a mejorar en otros aspectos, en los que según Wikking, también reside la felicidad.
Desconecta el móvil, la tele, el ordenador…
Estar 24/7 conectados con el mundo digital hace que desconectemos del mundo real. Entre otras cosas de las personas que tenemos alrededor, de la naturaleza, de la consciencia del mundo en el que vivimos. Internet es un gran recurso, siempre que hagamos un uso adecuado.
Plantéate un reto. Si eres de las que se va a la cama con el móvil en la mano, prueba a cambiarlo por un buen libro durante un mes entero, ¿te animas?
Disfruta de la comida en compañía y sin distracciones
Preparad en familia la comida o la cena con cariño. Poned velas en la mesa y disfrutad de una buena conversación, sin distracciones como la televisión o las riñas y peleas. El objetivo no es únicamente comer, sino convertir este momento del día en un momento de disfrute haciendo familia. Aplica el mismo ritual cuando cambies familia por amigos.
Compra experiencias, no compres cosas
Vivir una experiencia como una cena, un viaje, una tarde de música en directo… aporta placer a más largo plazo que cuando compras algo nuevo (como ropa, decoración para el hogar…).
Vive estas experiencias
Siempre se ha dicho, por ejemplo, que un viaje se disfruta en tres momentos: cuando lo preparas, cuando lo haces y cuando lo recuerdas. Pues haz lo mismo con todas las experiencias de tu vida, verás como tu felicidad se multiplica.
Convierte los grandes gastos en inversiones
Cuando reservas los grandes gastos económicos para las ocasiones especiales o para vivencias especiales, verás que a nivel sentimental es mucho más satisfactorio, lo que hará que lo veas como una inversión, más que como un gasto.
Sal de tu zona de confort
Permítete el lujazo de descubrir cosas nuevas, de experimentar. ¿Y si resulta que te gustan? Y no solo en referencia a las relaciones sociales con amigos o comunidades. Aplícalo también a nuevos géneros literarios, nueva música, nuevos lugares… ¡Tenemos todo un mundo por descubrir!
No ofrezcas tu ayuda, ayuda a los demás
Es muy probable que cuando le digas a una persona “si me necesitas, ya sabes dónde estoy”, jamás recurra a ti, aunque lo necesite. Si tomas la iniciativa ayudando a los demás, te lo agradecerán. Y esto genera mucha satisfacción personal, lo cual se convierte en felicidad.
Disfruta de cada momento
Cuando te marcas un reto, un objetivo, es muy placentero conseguirlo. Pero sí que es cierto que esto no dura para siempre. Disfruta de cada pequeño paso que des y que avances en la persecución de tu objetivo, de tu reto.
Haz ejercicio
Como te contamos en el artículo: “Dieta y ejercicio: suma y gana”, hacer deporte es muy beneficioso para el cuerpo. Además, libera endorfinas, que son conocidas como las hormonas de la felicidad. Muévete, aunque sea un poco, cada día y notarás la diferencia.
¿Verdad que promete el Lykke? Pues te recomendamos que vayas haciendo estos pequeños cambios en tu día a día, para que se conviertan en rutinas para ti y los tuyos.