En este artículo hablaremos sobre los superalimentos, sus beneficios y cómo incluirlos en tu día a día. Los superalimentos han ganado popularidad en los últimos años ya que se les atribuyen beneficios casi milagrosos para nuestra salud. Sin embargo, no siempre es así. Veamos qué alimentos suelen considerarse superalimentos y por qué.
Superalimentos: cómo añadirlos a tu dieta
Se les llama superalimentos a aquellos ingredientes cuya composición nutricional destaca por ser rica en sustancias antioxidantes y fitoquímicos. Además, prometen numerosos beneficios para la salud.
Otra particularidad que tienen en común muchos de los superalimentos es que resultan exóticos. Una semilla que ya cultivaban los aztecas, una alga que crece en lagos tropicales, una baya de origen amazónico … ¿te suena? Muchas veces aseguran reducir el cansancio, reparar todos los problemas digestivos y reforzar el sistema inmune. La verdad es que, en su mayoría, se trata de alimentos saludables. No obstante, otros alimentos menos “marketinianos” y más típicos de la dieta mediterránea son equiparables en cuanto a composición nutricional a algunos de los llamados superalimentos. Es el caso de las legumbres de toda la vida, cuyas propiedades son muy parecidas a las de la quinoa. En cambio, su precio y procedencia sí que varían significativamente.
¿Cuáles son los principales superalimentos?
Hoy nos centraremos en algunos de los superalimentos con mejor fama, a pesar de que existen muchos más.
- Semillas de chia. Estas semillas destacan por su contenido en ácido alfa-linolénico o ALA, un tipo de ácido graso omega 3. Es recomendable hidratarlas con un líquido, por ejemplo agua o bebida vegetal. De esta forma, se hinchan aumentando su volumen y consiguiendo una textura tipo pudding.
- Té matcha. Se elabora triturando hojas de un tipo de té verde, lo cual resulta en un polvo muy rico en antioxidantes.
- Açai. Se trata de una fruta rica en antocianinas, un tipo de flavonoides responsables de otorgar ese característico color morado.
- Kale. Es también conocida como col rizada y procede de la familia de las verduras crucíferas. Contiene variedad de vitaminas y minerales en concentraciones importantes.
- Espirulina. Esta alga se comercializa en diferentes formatos como cápsulas, polvo o granulados. Destaca su aporte en vitaminas del grupo B, aminoácidos y fitonutrientes.
- Quinoa. Pseudocereal libre de gluten con proteína más completa que la mayoría de los cereales debido a la variedad y concentración de aminoácidos que contiene.
Superalimentos
¿Qué beneficios tienen los superalimentos?
Los beneficios otorgados a los superalimentos son muy diversos. Algunos de los más repetidos afirman que:
- Refuerzan el sistema inmune
- Aumentan los niveles de energía y combaten la sensación de fatiga
- Favorecen la diversidad de la microbiota intestinal
- Facilitan el tránsito intestinal
- Producen sensación de saciedad
- Enlentecen el envejecimiento por su capacidad antioxidante
- Reducen el riesgo cardiovascular
¿Cómo añadirlos en tu dieta?
Los desayunos son un momento perfecto para incorporar superalimentos a la dieta. Resulta fácil añadir semillas de chía a tu yogur, porridge o batido. Igualmente, puedes beneficiarte de otras semillas como las de calabaza, lino, girasol o sésamo. Todas ellas son interesantes a nivel nutritivo y puedes mezclarlas o ir alternando su consumo.
El té matcha también puede incorporarse en batidos aunque es más común beberlo como un té convencional con un poco de leche o bebida vegetal. Asimismo, es muy usado en pastelería para la elaboración de helados, bizcochos y otros. Al ser preparaciones normalmente muy altas en azúcares no las podemos considerar saludables. Por lo tanto, si quieres beneficiarte de este superalimento es preferible tomarlo en forma de té.
Añadir vegetales en cada comida es una recomendación nutricional aplicable prácticamente a toda la población. Cualquier tipo de verdura u hortaliza aportará diferentes vitaminas y minerales a la dieta. Si quieres incorporar kale puedes hacerlo en ensaladas, sopas, salteados y cremas. Se trata de un vegetal muy versátil. No obstante, si no te gusta su sabor o no lo encuentras con facilidad, ¡no te preocupes!, puedes sustituirla por otra crucífera como: brócoli, coliflor, coles de Bruselas, repollo, col lombarda, etc.
A menudo, consumir un alimento con tan buena fama como muchos de estos ejemplos, puede dar la falsa sensación de compensar los malos hábitos. En cambio, resulta más efectivo hacer ejercicio físico regularmente, dormir bien y seguir una dieta equilibrada. Como hemos visto, tenemos al alcance una gran variedad de alimentos saludables igual de nutritivos. Es el caso de cualquier tipo de fruta y verdura, legumbres, frutos secos, cereales integrales, tubérculos, semillas, etc. Consumir alimentos de proximidad y temporada resulta más económico y sostenible e igual de beneficioso para nuestra salud.
Hoy en día existen muchas fuentes de dudosa fiabilidad que alegan que los superalimentos poseen propiedades anticancerígenas, antidepresivas, adelgazantes, etc. Es importante tener cuidado con este tipo de mensajes ya que la mayoría de veces no están respaldados por evidencia científica. Si necesitas asesoramiento nutricional, no dudes en acudir a un dietista-nutricionista. Este tipo de profesional podrá recomendarte el tipo de alimentos y dieta que mejor se ajuste a tus necesidades y situación personal.