Ha llegado el verano y todos queremos disfrutarlo al 100%. Tenemos ganas de vacaciones, de sol, de estar al aire libre, de divertirnos… Algunos son fanáticos de la playa, y se entiende, tenemos una costa preciosa que no podemos desaprovechar. Si nuestra elección es ir a la playa hay que hacerlo con responsabilidad para estar tranquilos, debemos tener en cuenta ciertas medidas higiénicas para prevenir posibles consecuencias no deseadas.
Cuidado con las infecciones por humedad al ir a la playa
- Un exceso de exposición al agua puede ser nocivo para nuestra piel y pueden causar algún tipo de infección bacteriana o viral.
- La otitis externa es de las más comunes. Aparece por la entrada de agua en el oído en combinación con las altas temperaturas. La mejor recomendación es utilizar tapones adecuados, secar muy bien los oídos después de cada baño y por supuesto no introducir objetos en el canal auditivo.
- Llevar la ropa húmeda durante mucho tiempo, en contacto con nuestras partes más íntimas favorece el crecimiento de las bacterias que provocan la cistitis, por lo que es mejor que nos cambiemos con frecuencia y nos pongamos ropa seca cuanto antes.
- También es muy frecuente que aparezca conjuntivitis. Para evitar esta infección ocular se recomienda utilizar gafas de buceo.
- Los pies también se pueden ver afectados. El pie de atleta es una enfermedad causada por un hongo, que provoca picor, quemazón y ardor. El consejo es secar bien los pies después del baño y mantenerlos hidratados. Y sobre todo no caminar descalzo.
Protegerse del sol
Cuidar la piel
El sol emite radiaciones UVA, UVB e IR-A de las que debemos protegernos. Aunque a simple vista parezca que el día está nublado, sus rayos siempre son nocivos en exceso o sin protección. Para evitar las quemaduras en la piel, hay que usar un fotoprotector solar acorde a nuestra necesidad, aplicarlo antes de ir a la playa e ir poniéndolo con frecuencia todo el tiempo que estemos bajo el sol.
Evitar un golpe de calor
Con las altas temperaturas también hay que evitar un posible golpe de calor. Éste se produce cuando la temperatura del cuerpo aumenta rápidamente y éste no tiene la capacidad de enfriarse por sí mismo. Si no se trata inmediatamente, se puede poner en riesgo la vida al provocar daños al cerebro y a otros órganos vitales.
Inicialmente la persona se siente mal, su temperatura corporal es elevada, siente mucha sed, dolor de cabeza, mareos e incluso vómitos, y presenta la piel roja, caliente y seca.
Al cabo de poco el pulso se va acelerando, pueden aparecer calambres y un aumento brusco de la temperatura corporal (en 10-15 minutos a 40º), convulsiones, alteración de la conciencia o desorientación y pérdida del conocimiento.
En general, tanto para las quemaduras como para la insolación se recomienda:
- Beber mucha agua y zumos de fruta.
- No tomar bebidas alcohólicas.
- Evitar las comidas muy calientes y calóricas.
- Hay que evitar el sol directo.
- Llevar una gorra o sombrero y gafas de sol.
- Evitar las horas de calor más fuerte, como el mediodía.
- Disponer de un parasol.
- Llevar agua e ir bebiendo a menudo.
- Mojarse de vez en cuando.
- Limitar la actividad física.
Medidas para ir a la playa ante la nueva normalidad
Nos encontramos ante una nueva realidad y no podemos obviar que tendremos que aplicar medidas de protección para evitar la propagación del coronavirus, protegernos y proteger a los demás.
Recordemos que la principal vía de transmisión del coronavirus es a través de las gotas que se producen al hablar, al toser y al estornudar. La otra es el contacto personal. Así que habrá que guardar la distancia de seguridad de dos metros con el resto de los usuarios de la playa.
Siempre habrá que tener en cuenta la normativa de la zona de playa a la que vayamos, si hay aforamiento máximo, horarios… Tengamos en cuenta que en algunas playas se han instalado cámaras y/o sensores para detectar la presencia de gente en la arena y evitar las aglomeraciones.
El riesgo no se produce al bañarse ni por contacto con el agua, sino por la proximidad a otras personas. Y al igual que hacemos al realizar otras actividades, debemos lavarnos y desinfectarnos bien las manos. El lavado de manos sigue siendo primordial para evitar el contagio.
Pero ¡cuidado con el gel hidroalcohólico! Contiene entre un 60-80% de alcohol y aunque se evapora con rapidez, no hay que abusar de él, ya que tiene un efecto secante y puede irritar la piel y producir dermatitis. Así que lo usaremos antes de ir a la playa, si vamos al chiringuito o al baño, al salir de la playa y por supuesto al llegar a casa. No olvidemos seguir cuidando nuestros hábitos alimentarios, mantenernos hidratados, extremar la higiene y guardar el distanciamiento social. Toca disfrutar de unas merecidas vacaciones y de días de playa, pero siempre con responsabilidad. Si te ha gustado el artículo te recomendamos también, Cómo iniciarse en el snorkel o 5 posturas de yoga para relajar cuerpo y mente.