Las vacaciones nos encantan, ¿Verdad? Son un momento del año para desconectar, disfrutar de nosotros mismos, de los amigos, de la familia e, incluso, de algún lugar insospechado donde hemos planificado un viaje. Pero, como se dice, todo lo bueno se acaba y el primer reto al que nos enfrentamos es recuperar nuestra rutina diaria y evitar caer en una depresión post vacacional.
Debemos reanudar las actividades habituales que vamos haciendo el resto del año y cada uno lleva este regreso a su manera. No dejes que la vuelta al trabajo apague la ilusión, busca la parte positiva, y saca energía y ganas para cumplir los retos que te propongas, el trabajo no es incompatible con un estilo de vida saludable, ¡Seguro que lo consigues!
Cómo no caer en depresión post vacacional con la vuelta a tu rutina
Lo cierto es que las vacaciones pueden ser el momento ideal para desconectar, pero también pueden serlo para reconectar con uno mismo, para replantearse nuevos objetivos, planes o desafíos que queramos conseguir antes de que se termine el año (¡no lo vamos a dejar todo para el 1 de enero!). Este ejercicio nos puede ayudar a afrontar la rutina desde otro punto de vista, puede ser un “stop&start” que nos ayude a evitar que la vuelta suponga un suplicio para nosotros mismos y para los que nos rodean y, así, sortear al temido síndrome post-vacacional, planteándonos nuevas motivaciones o siguiendo con las que teníamos en marcha.
Haz balance
¿Eres de aquellas personas que se marcan objetivos para la llegada del verano? Comer mejor, hacer más ejercicio. Es momento de hacer balance y ver si los has cumplido. Si la respuesta es sí, ¡Enhorabuena! Es momento de marcarte nuevos retos más ambiciosos. Si al contrario la respuesta es no, aprovecha para motivarte y conseguirlo a partir de ahora. ¡Todo es empezar! Te recomendamos ir poco a poco con ejercicios de bajo impacto como la bici o el power walking.
Mejora tu alimentación
Seguramente, durante el verano te has permitido prestar menos atención a los alimentos que has escogido. Los tentadores helados y las salidas a los restaurantes son, a veces (solo a veces), difíciles de compaginar con una alimentación saludable, pero nunca es mal momento para empezar. Aprovecha ahora para marcar un objetivo y empezar a comer mejor y seguir una dieta más equilibrada. Recuerda llenar tus platos de verduras y hortalizas, usar carnes y elaborados cárnicos bajos en grasas, pescado, huevos y legumbres, junto con farináceos como el arroz, pasta, quinoa o cuscús. No olvides incorporar alimentos integrales para tener un buen aporte de fibra. ¡Apuesta por la alimentación saludable!
Saca el chef que llevas dentro. Dieta tras las vacaciones
El verano es una fuente de inspiración, recuerda todos los colores de esta temporada y deja volar la imaginación. Ensaladas llenas de color, cremas y recetas saludables, pero no por ello aburridas. Como buen chef, es importante crear tu menú semanal y planificarse es una opción muy útil para seguir una buena dieta post vacacional y no comer lo primero que veamos. Si quieres algunas ideas, visita nuestra sección de recetas fáciles.
¡Actívate y no caigas en una depresión post vacacional!
Las vacaciones son un muy buen momento para descansar y renovar energías. Ahora, con las pilas bien cargadas enfócate en mantenerte activa, recuerda que la actividad física es indispensable para mantener una buena salud. Hay infinidad de posibilidades diferentes de actividad física, y seguro que has podido coger alguna idea que te haya gustado durante las vacaciones, siempre hay alguna opción que se adapte a las posibilidades de cada persona así que ¡busca la que más te apetezca y ve a por ello!
Consejos para evitar el síndrome post vacacional
Organízate en el trabajo
El simple hecho de planificar tus tareas puede ayudarte mucho, así veras cuanto tiempo necesitas para realizar cada tarea o si puedes dedicarle más tiempo del que pensabas a otras labores. Elaborar una planificación semanal de tareas es muy útil, solo tienes que saber cuánto trabajo vas a tener que hacer durante la semana y organizártelo de forma que puedas acabar todo lo necesario sin agobios ni estrés. Haz una planificación asequible, priorizando lo más importante y con una fecha límite cercana. Si intentas hacer más de lo que puedes asumir solo aumentarás tu estrés por no poder llegar a todo. No olvides reservar un poco de tiempo cada día por si surgen imprevistos, este te dará margen en caso de contratiempos, y si no los tienes puedes aprovechar para adelantar trabajo del día siguiente.
Planifica tus comidas
Hacer una planificación de tus comidas puede ahorrarte tiempo en la cocina durante la semana. Lo primero que debes hacer es elaborar un menú y comprar con antelación los alimentos que vayas a necesitar durante la semana. Puedes elaborar las preparaciones más largas durante el fin de semana y, así, ahorrar tiempo durante la semana. Si tienes que llevarte la comida al trabajo, también puedes prepararte las fiambreras el fin de semana para tener más tiempo entre semana. Recuerda que tus menús deben ser variados y equilibrados, por lo que tienes que incluir una ración de vegetales, una de farináceos y una de alimento proteico. Incluye en tu lista de la compra snacks saludables como frutos secos, fruta deshidratada, yogur, queso batido, etc., además de fruta y otros vegetales, para tomar en la media mañana y la merienda.
Elabora un horario de actividades
Haz una lista con todas las cosas que tienes que hacer durante la semana y distribúyelas de forma que, aparte de dedicar un tiempo a tus ocupaciones, como hacer las labores de casa, tengas tiempo para ti, para quedar con amigos, hacer actividades que te gustan, pasear, relajarte, etc. Por ejemplo:
- Lunes: Ir al gimnasio y cenar fuera con tu pareja.
- Martes: Hacer yoga y quedar con amigos para tomar algo antes de cenar.
- Miércoles: Ir a clases de inglés y ver una peli en el cine.
- Jueves: Hacer la colada e ir al gimnasio.
- Viernes: Planificar los menús de la semana siguiente y hacer la lista de la compra.
- Sábado: Por la mañana limpieza e ir a la compra; por la tarde quedar con amigos/familia.
- Domingo: Por la mañana hacer alguna actividad que te guste (dar un paseo por la playa, una excursión por la montaña, ir a un museo…); por la tarde preparar las comidas para llevar al trabajo durante la semana.
Planifícate tus actividades y horario aproximado en que las vas a realizar. Piensa que, aunque algunas cosas se mantienen a lo largo de diversas semanas. Como las labores del hogar u otras actividades como las quedadas con amigos o ir al gimnasio. Por eso es una buena idea dedicar unos minutos al final de la semana para elaborar un pequeño horario, donde te organices la semana a tu antojo y que puedes ir actualizando según van surgiendo nuevos planes.
Evita en vacaciones cambiar los buenos hábitos
Además, durante las vacaciones nos dedicamos al descanso y al ocio del que no podemos disfrutar el resto del año. Lo que produce, a la vuelta, un cambio brusco en los hábitos de vida y por tanto una posible depresión post vacacional. Es por eso que este será uno de los puntos clave a tener en cuenta durante las vacaciones: es importante mantener ciertas rutinas y hábitos saludables que eviten estos cambios tan drásticos de un día para otro. ¿Y a qué hábitos nos referimos?
- Alimentación: durante las vacaciones solemos cambiar nuestros hábitos alimentarios, y no sólo por los alimentos que seleccionamos, sino por los horarios de las comidas. Un consejo es mantener estos horarios en el periodo vacacional, de modo que esto hará que la falta de apetito que se produce tras esta época pase sin darnos ni cuenta.
- Ejercicio físico: Muchos dejan de lado la actividad física entre el calor y las ganas de descansar, pero otros entre excursiones, rutas turísticas y salidas a media tarde, hacemos actividad física a montones, a veces incluso más, aunque son actividades distintas a las que realizamos el resto del año, y que no forman parte de la rutina habitual. Así que, al regreso lo ideal es realizar ejercicio físico entre 2 y 3 veces a la semana, como mínimo, y volver a coger el ritmo. De este modo, también nos será más sencillo recuperar la rutina de descanso ya que para muchos se hace cuesta arriba el despertarse por las mañanas.
- A la vuelta, para recuperar la rutina, lo mejor es organizarse bien, ordenar el trabajo y calendario, clasificar las tareas y hacer un plan de trabajo que no suponga una gran exigencia desde el primer día, sino de forma progresiva ir aumentando el ritmo.
Seguro que con estos consejos te olvidas de la depresión post vacacional y te ayudan a recuperar la rutina tras las vacaciones, ¡con las pilas bien cargadas! Si quieres mejorar tus hábitos, no te pierdas nuestro test de salud con trucos para potenciar tu mejor versión, potenciar tu bienestar y mejorar tu estilo de vida.