Organízate: Ideas para conservar mejor los alimentos

Mantener buenos hábitos alimentarios es fundamental, junto con el ejercicio físico y el bienestar emocional, para desarrollar un estilo de vida saludable. Incluir frutas, verduras, hortalizas, legumbres, cereales integrales, frutos secos y fuentes de proteína como los huevos, las carnes magras o el pescado será una buena forma de desarrollar estos hábitos. Pero ¿sabes cómo almacenar los alimentos? Te contamos todos los secretos para conservar tus alimentos y algunas ideas para evitar el desperdicio alimentario.

El orden de los alimentos en tu nevera y despensa, ¡fundamental!

En uno de nuestros anteriores artículos, te contamos todos los secretos para planificar y hacer la compra de forma eficiente. Pero una vez llegamos a casa, ¿qué hacemos? Muchos de nosotros, tenemos la tentación (y lo acabamos haciendo) de meterlo todo dentro de la nevera pensando más en que quepa todo, que en si ese sitio es el adecuado. Pero no todos los alimentos necesitan las mismas condiciones para conservarse de forma correcta, por lo que situarlos bien nos ayudará a conservarlos durante más tiempo y en mejores condiciones.

De arriba abajo, ¿dónde va cada uno de los alimentos?

Nuestra nevera cuenta con diferentes estanterías donde poder dejar los alimentos, además de la misma puerta. Pero como sabemos, no todos los productos se deterioran con la misma rapidez, por lo que situarlos de forma correcta será clave para alargar su vida útil:

En el estante superior

Aquí debemos situar los alimentos cocinados (por ejemplo, las sobras, los tuppers para el día siguiente, los botes de conservas que hemos dejado a medias, etc.)

En el centro

En este estante, encontraremos los lácteos, embutidos y huevos. Estos últimos, y aunque la gran mayoría de las neveras tienen un espacio reservado para ellos en la puerta, deben situarse en el estante central de la nevera.

El motivo es que, en la puerta, hay una mayor fluctuación de temperatura, creciendo así el riesgo de padecer una toxiinfección alimentaria. ¿Y fuera de la nevera? Definitivamente, no. Almacenar los huevos a temperatura ambiente puede fomentar el crecimiento o proliferación de microorganismos que pueden causar un problema de seguridad alimentaria, como la Salmonella.

Productos como nuestra pechuga de pavo Corte Fresco encontrará su sitio en este estante.

En el estante inferior

Los alimentos crudos serán los reyes de este espacio. El motivo es que suele ser la zona más fría de la nevera (sobre los 2º C) y este tipo de alimentos necesitan temperaturas frías. Eso sí, la carne y el pescado crudo deben estar envasados y separados de forma correcta. Por ejemplo, podemos dejar un lado de la balda para carne y el otro lado para pescado.

En este espacio también tendrán sitio los alimentos que queremos descongelar. Este punto es importante, ya que es importante descongelar en la nevera y no a temperatura ambiente. Sin embargo, no solemos darle importancia al lugar de la nevera donde descongelamos, pues bien, los estantes inferiores deben ser el lugar donde realizar la descongelación. Si dejamos la carne descongelando en el centro o la zona alta de la nevera, puede gotear sobre los productos frescos que se encuentran más abajo. Además, si estos se consumen crudos, será un riesgo para nuestra seguridad, ya que al no cocinarlo no podríamos eliminar aquellos microorganismos que se destruyen por calor.

Verdulero y frutero

Una temperatura demasiado baja puede dañar las frutas y las verduras. Por eso, los cajones inferiores de la nevera será el lugar ideal para almacenar nuestras frutas, verduras y hortalizas.

La puerta

Esta parte de la nevera es menos fría. Colocaremos las bebidas, las salsas o la mantequilla.

Ideas para conservar los alimentos y evitar riesgos de seguridad alimentaria

Como ves, el lugar de los alimentos en nuestra nevera será muy importante para evitar riesgos de seguridad alimentaria. Pero además de esto, hay que tener en cuenta los siguientes aspectos:

  • Mantener la nevera a una temperatura entre 0-4º C. Para comprobar si la temperatura es la correcta, podemos utilizar un termómetro.
  • Limpia a fondo la nevera al menos una vez al mes.
  • Lee atentamente las etiquetas de los alimentos: en ellas, encontrarás las condiciones de conservación de los alimentos, así como su fecha de caducidad o fecha de consumo preferente. La fecha de caducidad y de consumo preferente no son lo mismo. La fecha de caducidad nos indica el momento hasta el cual podemos consumir ese alimento de forma segura; mientras que el consumo preferente nos indica el momento hasta donde el alimento conserva la calidad prevista. Y ¿esto que quiere decir? Pues que el alimento seguirá siendo seguro una vez pasada la fecha, pero puede que este haya perdido sabor o se haya visto perjudicada la textura. Saber diferenciar entre estas fechas también nos ayudará a reducir el desperdicio alimentario
  • Utiliza recipientes cerrados para almacenar los alimentos.
  • No sobrecargar la nevera. Si la llenamos demasiado, podemos provocar que la nevera no funcione correctamente y la temperatura deje de ser adecuada.
  • Los alimentos que no necesitan refrigeración irán destinados a la despensa.En esta, debemos encontrar unas condiciones donde los alimentos puedan almacenarse en lugar fresco y seco, fuera de la exposición solar.

Sostenibilidad y tips para evitar el desperdicio alimentario

Los anteriores consejos nos serán de utilidad para evitar que los alimentos se estropeen y puedan provocar un riesgo para nuestra salud. Pero, hay otros tips que nos ayudarán a evitar el desperdicio alimentario:

  • Lo más antiguo, primero. Tener presente la fecha de caducidad cuándo almacenamos los alimentos será muy importante, ya que, de esta manera, evitaremos consumir productos “más nuevos” en primer lugar y que se estropeen los “más antiguos”.
  • ¡Aprovecha las sobras!Restos de la cena, conservas o envases a medias en la nevera… Deja volar tu imaginación y prepara nuevos platos con nuestras ideas de cocina de reaprovechamiento.
  • Utilizar trucos sencillos para los alimentos más delicados.El mango, los aguacates… en muchas ocasiones no sabemos qué hacer con aquellas porciones que no consumimos, y acaban desperdiciándose. El aguacate suele envolverse en papel film, pero es una solución que no funciona demasiado bien y no es respetuosa con el medioambiente. Una práctica solución es introducir el medio aguacate (con el hueso) en un recipiente hermético lleno de agua. También puedes añadir unas gotitas de limón para retrasar la oxidación. Por otro lado, el mango no necesita frío, pero fuera de la nevera no suele durar tanto como para poder consumirlo entero. Un buen truco para no desperdiciarlo es congelarlo, por ejemplo, a daditos.

 

Esperamos que todos estos consejos te sean de utilidad para organizar tu compra en casa y aprovechar al máximo todos los alimentos. De esta forma, pondremos nuestro granito de arena en el cuidado del planeta, además de reducir el riesgo de que los alimentos se estropeen y de paso, ayudar a nuestros bolsillos.

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