Dieta equilibrada en la vuelta al cole y otras cuestiones a tener en cuenta

¿Recordáis los veranos de vuestra infancia? Días felices, vividos con gran intensidad, como si el tiempo no existiera… Hasta que llegaba septiembre y nuestros padres nos devolvían a la realidad. Aunque sentíamos cierta tristeza porque acababan esos días de interminables juegos, aparecía cierto nerviosismo e ilusión por la vuelta al cole: el reencuentro con los amigos, cómo sería el nuevo curso, nuevos compañeros y profesores…

Poco ha cambiado desde entonces. La mezcla de sensaciones ante la vuelta al cole sigue marcando el inicio del nuevo curso de nuestros hijos. La vuelta a la rutina no es fácil para los adultos, pero a los niños y adolescentes, también les supone un reto. Y este año se añade una incertidumbre más. El coronavirus es el protagonista de nuestros días actuales y está marcando el ritmo. El trabajo es diferente, las vacaciones son diferentes y la vuelta a la rutina también será diferente.

Así que vamos a daros unos consejos para afrontar la vuelta al cole de los menores de la familia y ver cómo podemos ayudarlos a gestionar este regreso.

Consejos para una vuelta al cole feliz

Hay cosas que no cambian y retomar ciertos hábitos que durante las vacaciones se han relajado, requieren de un proceso de reaprendizaje. Para que sus primeros días de clase y la nueva etapa que comienzan se viva con menor estrés, tanto para ellos como para los padres, precisa de una progresiva introducción de los hábitos que conforman la rutina.

Ajustar los horarios de acostarse y levantarse

Días antes del inicio del colegio es recomendable ir modificando los horarios de levantarse y acostarse para que los niños estén descansados y mejoren la calidad del sueño. La adaptación progresiva es imprescindible. Por eso, lo más recomendable es que una semana antes de comenzar las clases se establezcan unos horarios para ir a dormir y para levantarse, así­ se evitará el temido madrugón del primer dí­a de cole

Retomar una dieta equilibrada

En verano es normal y saludable que hagamos extras en nuestra dieta. Helados, refrescos, dulces, platos más calóricos, incluso los horarios se trastocan. Es recomendable volver a la estabilidad y a una alimentación que ayudará a mejorar su rendimiento y a aceptar la nueva rutina. Para retomar los hábitos de una dieta equilibrada, te recomendamos la lectura de este artículo: Claves de la alimentación saludable.

También son importantes los horarios de las comidas. Cuando empiecen las clases tendrán unos tiempos “fijos” para desayunar, almorzar, comer, merendar y cenar, así­ que, igual que en el punto anterior, es aconsejable comenzar a practicarlos una semana antes. Crear el hábito del desayuno en familia durante esta semana puede ser un punto muy a vuestro favor.

Incorporar actividades que faciliten la concentración y atención

Es normal que la mayor parte de su tiempo hayan sido actividades lúdicas que no les suponían un gran esfuerzo y con las que se han divertido mucho. Pero toca ir introduciendo actividades que requieran utilizar la atención y concentración. Sin eliminar totalmente las lúdicas, establecer unos horarios para realizar algunos ejercicios, fomentar la lectura diaria… Esto les ayudará a volver a entrenar habilidades que han relajado durante el verano y se irán acostumbrando nuevamente al trabajo intelectual.

Establecer unas normas de uso responsable de la televisión, internet y el teléfono móvil. En verano esta práctica habrá ocupado unas cuantas horas en su dí­a a dí­a, más de lo habitual, de modo que reducir el uso de las tecnologí­as realizando un uso responsable hará que no interfieran en sus estudios.

Planifica el día de vuelta al cole

Las prisas siempre son malas compañeras. Días antes del inicio del curso, es importante prepararse para no tener sorpresas. El material a punto, uniforme y/o bata si es el caso, la mochila, la bolsa del desayuno… Y el “día ha llegado”, nos levantaremos con tiempo para aseo, vestirse, desayunar y llegar al colegio de forma relajada.

Crear un espacio de estudio les puede ir bien para centrarse en la rutina de estudio y ayudarles a ser más constantes. Escoged juntos un espacio de la casa, acondicionarlo, decorarlo y ponerlo a su gusto, puede ser una gran motivación. Si ya tenéis este espacio en casa, hacer alguna renovación o añadirle algo nuevo será una ilusión para ellos.

Empezar el cole en tiempos de pandemia

Todos los niños y las niñas dejaron de repente de asistir al cole hace ya varios meses. Algunos no pudieron ni despedirse personalmente de sus compañeros y profesores. Así que, al sentimiento habitual de incertidumbre por el nuevo curso, se le suma la inseguridad por la nueva normalidad.

¿Cómo serán las clases en plena pandemia? ¿Hasta cuándo va a durar esta situación? ¿Cómo serán las medidas de seguridad y protección? ¿Podré jugar con mis amigos? ¿Volverán a confinarnos? ¿Aprobaré el curso si tengo que estudiar desde casa?

No solo los adultos nos hacemos estas preguntas, los niños de cierta edad, los más mayores, también se plantean todas estas dudas y les generan incertidumbre.

¿Cómo les podemos ayudar?

Para ayudar a nuestros hijos a liberarse de la ansiedad que la situación les puede provocar, se aconseja que vayamos anticipando las pautas que se tendrán que aplicar en las aulas, medidas de higiene y de distanciamiento y practicarlas en casa en la medida de lo posible. Por ejemplo, poner los nombres en los vasos o botellas para cada hermano y miembro de la familia, que interioricen el uso de la mascarilla o pongan en práctica el lavado constante de manos.

Y lo más importante de todo. No podemos ocultarles ni eludir la realidad actual, pero sí evitar proyectar nuestros miedos y preocupaciones en ellos. Conviene fomentar que tengan ilusión por volver al colegio», algo que se puede hacer recordándoles las cosas buenas que aporta el colegio, sus compañeros y profesores, los juegos o sus asignaturas favoritas para que sepan que, con cuidado y aplicando las medidas de seguridad, podrán disfrutar de la vuelta al cole.

Para ello, es importante que los padres estemos relajados. Nuestro ejemplo es fundamental. Y no es fácil, porque nosotros también nos incorporamos a la rutina después de las vacaciones, y también sentimos las mismas dudas.

 

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