¡Se acabaron las prisas por unos días! El verano es para desconectar, dejar las pantallas de lado y conectar con la realidad. Es tiempo de paseos, baños, siestas y lecturas tranquilas. Toda una serie de experiencias que se convierten en una gran oportunidad para practicar ejercicios mindfulness. ¿Quieres algunas ideas? ¡Sigue leyendo!
Mindfulness al despertar
Cuando abras los ojos, respira varias veces, poniendo tu atención en el ciclo completo de la respiración. Puede que aparezcan pensamientos que te distraigan; simplemente date cuenta de ellos e intenta no darles importancia.
Presta atención cuando prepares tu desayuno. Conecta con los olores, colores, sabores… Aunque los pensamientos vendrán, apóyate en tu respiración.
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Mindfulness ejercicios
Hay dos maneras básicas de andar: una, con el piloto automático, mirada al suelo y atención introspectiva en los pensamientos; y otra, siendo consciente de tus movimientos, de lo que ves, oyes y hueles, notando los pensamientos que emergen y decidiendo si los atiendes o no. Este verano, te proponemos que practiques esta segunda opción. Aprovecha tus paseos para ejercitar la atención plena.
#TipBienestar
1. Camina a un ritmo natural.
2. Observa el movimiento de tus piernas y el resto del cuerpo.
3. Amplía tu atención a los sonidos.
4. Mira a tu alrededor.
Hacer deporte conscientemente
Cuando salgas a hacer deporte, es probable que al poco tiempo estés pensando en lo que tienes que hacer después, en lo que le tienes que contar a tu amigo y en lo que vas a cenar esta noche. Al final, los estímulos exteriores son constantes y tu cabeza tenderá a saltar de un pensamiento a otro. No luches contra esos pensamientos; vuelve al momento presente y a la armonía de tus movimientos.
El ejercicio básico, la esencia del mindfulness, es darse cuenta, ser consciente. Una manera de superar una mente dispersa o desenfocada mientras se está haciendo deporte es sintonizar con la respiración.
El verano es una buena oportunidad para empezar a practicar mindfulness. ¿A qué esperas?