Cómo entrenar la atención y mejorar

Es normal que los niños y adultos perdamos el interés en algunas tareas. Esto puede pasar sobre todo en clase cuando la materia nos parece aburrida o que no tiene un sentido práctico para la vida diaria. Pero ¿existe alguna manera para entrenar la atención en nuestras tareas? Por supuesto que sí­. ¡Toda habilidad se puede aprender y mejorar! Te contamos algunos consejos que se pueden hacer para mejorar nuestra atención que sirven tanto para los niños como los adultos.

¿Qué es la atención? Tipos de atención

Es la capacidad que tenemos para fijarnos en unos determinados estí­mulos relevantes y procesarlos para dar una respuesta. Existen diferentes tipos de atención y podemos estar usando varios para cada situación. Esta clasificación está recogida por el modelo jerárquico de Sohlberg y Mateer que se basó en casos clí­nicos de la neuropsicologí­a experimental.

Atención Arousal

Mide nuestro grado de activación de los sentidos y nuestro nivel de alerta. Si estamos energéticos o por lo contrario más bien adormilados.

Atención focalizada y atención dividida

En la focalizada, nuestra capacidad para centrarnos se concentra únicamente en un estí­mulo. En cambio, en la dividida, el cerebro pone atención a varios estí­mulos o actividades al mismo tiempo. Es como se le suele conocer a una persona como multitarea. Esto puede pasar cuando es capaz de escribir y hablar al mismo tiempo sobre dos temas diferentes.

Atención sostenida

Designa nuestra capacidad de mantener la atención a un estí­mulo o actividad durante un largo periodo de tiempo.

Atención selectiva y atención alternante

En la selectiva, el cerebro decide centrar únicamente en un estí­mulo o actividad y se olvida del resto que tiene alrededor. Por ejemplo, cuando somos capaces de escribir en una cafeterí­a llena de gente y nos centramos únicamente en nuestra tarea. Olvidando el sonido alrededor.

En la atención alternante, por el contrario, el cerebro va cambiando el foco entre dos o más estí­mulos. Son dos tareas que no podemos hacer a la vez pero que tenemos que estar pendiente de cada una de ellas a la vez y por separado. Por ejemplo, dejar en el fuego la comida mientras vamos a la habitación a escribir un email urgente. Nuestra cabeza/cerebro tiene en mente las dos tareas y se centra en recordarnos cada una de ellas mientras hacemos cada una.

Consejos para entrenar la atención

Jugar a las parejas, buscar diferencias o a la sopa de letras

Existen juegos básicos que nos ayudan a entrenar nuestra memoria, pero también nuestra atención. Por ejemplo, con el juego de las parejas. Pero no el de buscar dos cartas iguales boca abajo. Es mejor buscar parejas que ayuden a relacionar un concepto con otro. Por ejemplo, relacionar fotos de ciudades con tarjetas con sus nombres. O buscar qué imagen complementa a otra, como el lápiz a un libreta, etc. De esta manera el cerebro procesa la información que recibe y la interpreta con el resto de los estí­mulos que tiene delante.

El juego de buscar las diferencias se trata de tener delante dos dibujos o fotos muy parecidas pero que tienen pequeños detalles que difieren entre ellas. El objetivo es que mantengamos la atención en la prueba visual mientras buscamos qué falta o qué se ha añadido al dibujo.

La sopa de letras es encontrar una serie de palabras que tienen sentido. Normalmente hay una lista y hay que mantener el foco de buscar letras que al unirse formen la palabra sugerida en varias direcciones. Nuestro cerebro debe buscar y eliminar aquellas letras que no son de su interés para encontrar la solución.

Establecer sesiones para las tareas

Debemos ponernos un calendario de asignación de tiempos para centrarnos en realizar nuestras tareas. Lo ideal es mantener la atención durante periodos no superiores a 40 minutos e intercalar breves pausas. Si es el momento para hacer X tarea, debemos ser los primeros en respetarnos a nosotros mismos y cumplir con lo que nos hemos marcado.

Eliminar las distracciones

Ya hemos visto que existen diferentes tipos de atención. Pero es cierto que cuantos menos estí­mulos tengamos a nuestro alrededor, mejor capacidad de concentrarnos tendremos. Por lo que es mejor quitarnos aquellos elementos que interrumpen nuestra atención constantemente. Si nuestro cerebro recibe varios estí­mulos, olvida lo que estaba haciendo.

Dormir correctamente

Nuestra atención también se ve afectada según nuestra calidad de sueño. Si hemos pasado una mala noche, nuestro cerebro no puede procesar bien los estí­mulos. Le cuesta resolver problemas y se reduce el nivel de alerta. Otra consecuencia negativa que tiene la falta de un sueño es que podemos estar más irritables. Recuerda que al dormir es cuando el cerebro procesa mejor la información obtenida durante el dí­a. Otra función es la de almacenar correctamente la información memorizada.

 

Esperamos que tu atención se haya mantenido hasta aquí­ ? Si quieres también entrenar otra habilidad, en otro artí­culo te enseñamos a mejorar la creatividad en los niños. Y si necesitas herramientas prácticas para gestionar tu tiempo, te damos un artí­culo práctico de aquellas herramientas más usadas para organizarse el tiempo libre.

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