Llega fin de año y para muchos es el momento de hacer balance y plantearnos nuevos propósitos para el año nuevo, es algo que no podemos evitar, pero lo cierto es que muchas veces nos planteamos propósitos demasiado ambiciosos y no somos capaces de cumplirlos. Esto ocurre muchas veces con los retos que nos marcamos para mejorar la alimentación, y al final del año, nos damos cuenta de que no hemos aplicado a nuestra rutina estos cambios que nos planteamos. Si eres de los que realmente quiere cambiar y mejorar en salud, toma nota de 4 pequeños cambios que puedes aplicar regularmente forma fácil y con ello conseguir mejorar tu alimentación y que perdure en el tiempo. ¿Quieres conocer los propósitos realistas? ¡Sigue leyendo!
4 propósitos realistas de Año Nuevo
1. Aumentar el consumo de alimentos de origen vegetal
Cómo ya sabrás, es muy importante potenciar aquellos alimentos de origen vegetal para llenar el cuerpo de vitaminas y minerales. De hecho, el consumo diario de productos de origen vegetal y rica en frutas y hortalizas contribuye a evitar enfermedades como las cardiovasculares o la diabetes. Un gran ejemplo son los frutos secos, un grupo olvidado para muchos y que al contrario de lo que suele pensarse, no solo no engordan tomados con moderación, sino que pueden incluso ayudar a mantener el peso corporal.
Por ejemplo, los frutos secos, que son alimentos ricos en grasas saludables y fibra, que ayuda a favorecer la sensación de saciedad, haciendo que disminuyamos la ingesta de otros alimentos más calóricos y menos saludables.
2. Atrévete a probar
Seguro que hay muchos alimentos que no te acaban de convencer o que probaste una vez, no te gustaron y no volviste a probar. Es momento de cambiarlo, un punto clave dentro de una alimentación saludable es introducir una gran variedad de alimentos y colores a tu dieta, ya que cada uno te aporta diferentes nutrientes. ¡Dales una segunda o incluso una tercera oportunidad!
Hay muchas maneras de cocinar los alimentos, si has probado una verdura que no te gusta prueba a cocinarla de otra forma o combinarla con otros ingredientes. Busca alguna receta o invéntate una… ¡imaginación al poder! seguro que al final te encanta. Así conseguirás que en tu alimentación se encuentre una variedad más amplia de alimentos y beneficiarte de los diferentes nutrientes que te aporta cada una.
3. Potencia los alimentos frescos
Es muy importante potenciar los alimentos frescos, disminuyendo el consumo de aquellos platos preparados y listos para comer. En cambio, al cocinar con alimentos frescos, te conciencias de lo que estás preparando y sirviendo en la mesa. Así centras la atención en cada alimento y las propiedades que tiene, permitiéndote saborear todo mucho más.
4. Busca alternativas para los antojos dulces
Seguramente uno de los puntos más difíciles de conseguir es evitar los dulces, pero… ¿por qué evitarlos?!Busca opciones saludables! Si bien es cierto que cuando pensamos en dulce, a la mayoría nos viene a la mente productos de bollería industrial o golosinas, hay otras alternativas que pueden quitar el antojo sin renunciar al placer. Por ejemplo, alimentos naturalmente dulces como los dátiles son muy buena opción y, además, son ricos en fibra. También puedes optar por un trocito de chocolate mínimo 70% cacao, ¡solo es cuestión de acostumbrar el paladar!
Además, no olvides que la alimentación tiene que ir de la mano de la actividad física para conseguir los objetivos. Sal a correr, apúntate al gimnasio o a clases de baile. Las opciones son infinitas. Seguro que consigues encontrar aquella opción que se adapte a tus horarios, gustos o capacidades.
Con estos consejos seguro que encuentras la motivación para realizar el cambio que quieras y cumplir los objetivos que te propongas. ¡No son complicados, estos propósitos realistas, todo es empezar!