Propiedades del té para tu salud

El té es una de las bebidas más antiguas y populares que se conocen. De hecho, es la bebida más consumida a nivel mundial después del agua. Su consumo se asocia a propiedades beneficiosas para la salud. Prepárate una taza y disfruta su sabor mientras lees las propiedades del té. Te proponemos que pruebes a combinarlo con leche o con alguna bebida vegetal.

Qué es el té

Caracterí­sticas de la planta

El té se obtiene a partir de la infusión en agua caliente de las hojas y los brotes de la planta Camellia sinensis. Esta planta tiene unas hojas alargadas y anchas. También tiene unas flores blancas de pétalos separados, que desprenden un aroma caracterí­stico.

Principalmente se cultiva en paí­ses asiáticos como China, india, Sri Lanka, Japón, Nepal o Taiwán. Aunque también en Australia, Argentina y Kenia. La planta es propia de un clima tropical y subtropical. Los mejores cultivos se encuentran a altitudes superiores a los 1000 metros sobre el nivel del mar. Esto hace que el crecimiento de la planta sea más lento y se intensifique su sabor.

Tipos de té

El procesado

Se trata de una de las etapas que más influye en su sabor. El objetivo principal del procesado es eliminar al máximo la humedad de las hojas. Esto se realiza para que el té se pueda conservar en buen estado durante un largo periodo de tiempo. En el procesado de las hojas se distinguen cuatro etapas:

  • Marchitado, en el que se reduce la humedad, aproximadamente, un 70% para proporcionar flexibilidad a las hojas sin que se rompan.
  • Enrollado de las hojas, que tiene la finalidad de romper las células para que se liberen los aceites esenciales de la planta. Con ellos se definirá el sabor, aroma y fuerza del té una vez infusionado en agua.
  • Fermentación. Al entrar en contacto con el aire, los aceites esenciales se oxidan y de ello dependerá la calidad final del té. Además, en esta etapa las hojas toman el color final del producto. Es una de las partes más delicadas
  • Secado, que es el último paso del procesado. El objetivo de este punto es detener la reacción quí­mica que se produce en el paso de la fermentación. Se introducen las hojas en hornos de secado, con aire a una temperatura de 90 ºC, aproximadamente, reduciendo la humedad a un 3%. Durante el secado se ha de controlar muy bien el tiempo de exposición de las hojas al aire. Un secado excesivo, hará que se pierda aroma y que una gran cantidad de sustancias sean insolubles al agua.

Del té verde al té negro

La diferencia principal entre un tipo de té y otro es la fermentación de las hojas una vez recolectadas. La fermentación, como hemos comentado, implica la oxidación de las hojas. Según el grado de fermentación, se obtienen tradicionalmente diferentes variedades

  • Té verde: el té verde no está sometido a fermentación. El proceso de elaboración pasa directamente del marchitado al enrollado y, por último, se secan las hojas.
  • Té azul, también conocido como Oolong. Este té tiene un grado de fermentación intermedia. El marchitado de este tipo de té se realiza de manera muy lenta. Durante los últimos pasos de procesado este tipo de té libera aromas de flores y frutas.
  • Té negro, el más popular en los paí­ses occidentales. El té negro tiene un proceso de oxidación completa, por lo que es un té con un sabor más fuerte. De todas las variedades es el que mayor cantidad de teí­na contiene.
  • Té rojo. Se trata de un tipo de té que también se conoce como pu-erh. Su color es más oscuro, incluso que el del té negro, debido a que se guarda en barricas y fermenta durante largos periodos de tiempo, incluso años.

Además, el té suele mezclarse con otros ingredientes como infusiones y especias para darle matices distintos. Esto le proporciona sabores y aromas diferentes a cada uno de los tés que tomamos.

Propiedades del té

Principalmente el té destaca por sus propiedades antioxidantes. Pero ¿qué son los antioxidantes?

Se trata de un grupo de sustancias que, entre otras funciones, influyen y ralentizan algunos daños en las células. Tienen propiedades antioxidantes las vitaminas y los minerales (como el selenio, el manganeso o el cromo, que están presentes en el té). También otras sustancias, menos conocidas, como por ejemplo los polifenoles.

Concretamente, los polifenoles (que se encuentran en el té) son un grupo de antioxidantes formado por multitud de compuestos. En el té destacan, sobre todo, las catequinas. Además de su efecto antioxidante, también intervienen en el metabolismo de las grasas.

¿Cuál es el té que contiene más antioxidantes?

El contenido de catequinas y otros compuestos y nutrientes depende de diferentes factores. Uno de ellos es la calidad de las hojas de té. También la variedad de la planta. Pero, sobre todo, el grado de oxidación al que es han sometido las hojas durante el proceso de producción.

El té con menor grado de fermentación es el té que contiene más antioxidantes. De menor a mayor cantidad de antioxidantes, se podrí­an ordenar, generalmente, de esta manera: blanco, verde, rojo y negro.

 

Los tés e infusiones ayudan durante el invierno a mantenernos hidratados y, también, suelen tomarse como bebidas calientes que ayudan a entrar en calor. También se pueden tomar frí­os durante el verano. Es una forma más de prepararte tus propias bebidas refrescantes saludables. ¡Disfrútalas!

Compártelo: