Las carnes de ave son las que provienen de aves de corral, es decir del establo, como por ejemplo la gallina, pavo, avestruz, faisán, codorniz y pato, entre algunas otras. La mayoría de ellas suelen ser carnes magras con un bajo contenido en grasas. Las carnes de ave más habituales suelen ser la de pollo y pavo. Son las más consumidas dentro de esta categoría y presentan similitudes y diferencias entre ellas. ¡Sigue leyendo!
Las carnes de ave más comunes
Pollo
La carne de pollo proporciona proteínas de alto valor biológico lo que ayuda a la nutrición de tu cuerpo y al aporte de aminoácidos esenciales, como por ejemplo la histidina: muy importante para los niños ya que su cuerpo aún no puede fabricarla. No contiene hidratos de carbono y la cantidad de grasa presente es muy baja ya que se encuentra principalmente en la piel, la cual se puede retirar fácilmente. El potasio está muy presente en este alimento, lo que te ayuda a mantener una presión arterial normal y también el fósforo, que ayuda al mantenimiento de los dientes y huesos. Además, la carne de pollo aporta hierro, aunque en menor cantidad que la carne de ternera, por ejemplo. Las vitaminas mayoritarias son la B1 y la B2: la primera te ayuda a que tengas un buen metabolismo, y la segunda es importante para que tu sistema nervioso funcione correctamente.
Pavo
Es la segunda carne de ave más consumida, conocida también como el “gallo de indias”. Al igual que el pollo, el pavo aporta proteínas de alto valor biológico y nada de hidratos de carbono. Al ser una carne magra, su contenido en grasas es muy bajo, mucho menos que la carne de pollo, ¡y lo es mucho más si lo consumes sin piel! Hay que tener en cuenta el contenido de magnesio presente en el alimento. Éste te ayuda a mantener una presión sanguínea normal, pero ¡sin olvidarse de controlar la sal!, ya que esta también ayuda a regular tu presión. Otro nutriente presente es el selenio, que te permite mantener un buen funcionamiento del sistema inmune. Al igual que el pollo, cabe destacar la cantidad de potasio que contiene. Por el contrario, la cantidad de hierro es muy baja. Las vitaminas más presentes en el pavo son las del grupo B, como la B1, B2 y B12.
¿Diferencias entre la carne de pollo y pavo?
Como has podido observar, ambas carnes tienen una composición parecida: te aportan proteínas de alto valor biológico, poca grasa y nada de carbohidratos. Lo que las diferencia es que el pavo contiene menos grasa y más selenio y vitamina B12 que el pollo. Mientras que éste último, te va a proporcionar un contenido más elevado de vitamina B1. Con toda la información, recuerda que la ración recomendada de carne es de 3 a 4 veces por semana. Como puedes ver, te suministran una parte importante de los nutrientes que tu cuerpo necesita diariamente para funcionar correctamente.
No dudes en qué carne magra escoger: ¡Todas las carnes de ave son buenas si no se consumen en exceso! Si quieres mejorar tus hábitos, no te pierdas el Plan bienestar, con un test para valorar tu estilo de vida y trucos para potenciar tu mejor versión.