Beneficios de las coles, verduras de invierno

¿Conoces los beneficios de las coles? ¿Qué tipos conoces? Suelen ser uno de los vegetales que más se rechaza en el mundo de las verduras, debido a los olores que desprenden al hervirse, pero ¿sabes qué caracterí­sticas nutricionales tienen? Sigue leyendo para descubrir las propiedades nutricionales de las coles, las variedades más habituales y algunas formas diferentes de cocinarlas.

¿Cuáles son las caracterí­sticas y beneficios de las coles?

Estas hortalizas están muy infravaloradas por sus calidades organolépticas, principalmente por el olor que desprenden al cocinarse, pero en realidad, desde el punto de vista nutricional son muy interesantes.

Las coles pertenecen a la familia de las crucí­feras o brasicáceas, de las cuales hay distintas variedades. No obstante, la mayorí­a de ellas comparten varias caracterí­sticas y beneficios nutricionales.

Al igual que la mayorí­a de los vegetales, tienen una cantidad de agua elevada y se puede destacar la cantidad de fibra. Además, gracias a estas caracterí­sticas y a que su valor calórico es bastante bajo, pueden ayudar a reducir la densidad calórica de los platos.

En general, la mayorí­a de las coles tiene un alto contenido en vitamina C y ácido fólico.

¿Qué tipos de coles podemos encontrar?

Entre las coles podemos diferenciar muchas variedades, con formas, colores y sabores distintos, y que pueden resultar muy versátiles para incluirlas dentro de los menús. Las variedades de col más usadas son:

Berza

también es conocida como col común y de ella derivan distintas variedades. Aunque crece mejor con temperaturas cálidas, tolera bien climas otoñales, por lo que suelen recolectarse entre otoño e invierno.

Brócoli

Esta hortaliza tiene forma de árbol pequeño, está compuesto de un tronco del que nacen varias cabezas florales. El más comúnmente usado es el Calabrese, aunque la variedad Romanescu, cuyas cabezas florales tienen una forma cónica, está ganando bastante popularidad.

Col de Bruselas

Se podrí­a decir que son la versión en miniatura de la col repollo y, aunque se acostumbran a encontrar de color verde, también existe una variedad de color rojo o morado.

Coliflor

Al igual que el brócoli, ésta también está formada por una especie de pequeños árboles que crecen de un pequeño tronco central. A diferencia del brócoli, ésta es de color blanco, aunque hay una variedad de color morado. Esta hortaliza está protegida por unas hojas verdes.

Lombarda

Esta col, de un color violeta caracterí­stico, es originaria del Mediterráneo y tiene un alto contenido en vitamina C. 100g de lombarda casi cubren las ingestas diarias recomendadas de este nutriente.

Repollo

Tienen una forma esférica y un color más amarillento en el interior que va degradando hasta el verde en las hojas más externas.

Kale

Este tipo de col está a la orden del dí­a. Es la col que siempre habí­amos denominado col rizada, os suena, ¿verdad? Esta col es completamente verde y sus hojas son muy rizadas. También posee un contenido elevado de vitamina C y de fibra.

¿Cómo puedes incluir las coles en tu alimentación?

La forma clásica de cocinar la mayorí­a de las coles es hervida. De esta forma, mientras se están cocinando desprenden un olor caracterí­stico, que no es muy agradable. Pero la verdad es que se pueden cocinar de maneras muy distintas, de forma que sean más apetecibles. Estas son algunas propuestas:

Falso cous cous de coliflor

Limpia bien la coliflor y ralla las cabezas florales y, solo si quedan trozos muy gruesos, tritura un poco mas con la picadora. Condimenta con aceite de oliva virgen, sal y pimienta y saltea en la sartén hasta que este un poco doradita y deja que se acabe de cocinar con la tapa puesta. Puedes añadir otros vegetales, legumbres, carne de pollo o lomo o pechuga de pavo ElPozo BienStar en taquitos. También puedes condimentarlo con otras especies como curry o cilantro.

Pesto de brócoli

Limpia bien el brócoli, corta las cabezas florales y saltéalas en una sartén junto a un diente de ajo picado con aceite de oliva y sal. Cuando empiece a dorarse, baja el fuego al mí­nimo y deja que se acaben de cocinar con la tapa puesta. Ve removiendo y vigila que no se queme, ya que le dará un sabor amargo. Cuando esté bien cocido, de forma opcional puedes añadirle una cucharada sopera de parmesano en polvo. Finalmente, tritúralo todo bien con la picadora con un poco más de aceite y añádelo a tu plato de pasta, arroz o carne.

Salteado de berza, mango y piñones

Lava bien la berza y trocéala. Pela el mago y córtalo a tiras. En una sartén con un chorrito de aceite de oliva saltea la berza a fuego medio. Cuando empiece a cocinarse añade los piñones y saltea a fuego máximo. Finalmente, justo antes de retirar del fuego añade el mango y remueve. Deja que el mango se caliente un poquito y retira del fuego.

Crema de col de Bruselas y judí­as blancas

Limpia bien las coles de Bruselas y trocéalas. Saltea las coles en una olla con un poco de aceite y sal (también puedes añadir un poco de pimienta) y cuando empiecen a estar doradas añade la mitad del volumen de las coles en judí­as. Remueve, cubre los ingredientes con agua y añade una hoja de laurel. Deja que se cueza con la tapa puesta y añade agua a mediada que las judí­as la vayan absorbiendo. Una vez las judí­as estén bien cocinadas, retira la olla del fuego y tritura bien con la ayuda de la batidora, añade agua para ajustar la consistencia de la crema, también puedes añadir caldo de verduras para potenciar el sabor, leche o bebida vegetal para suavizarlo.

Ahora que ya conoces los beneficios de las coles  y sus modos de cocinado, inclúyelas en tus menús de invierno.

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