La importancia de comer sin pantallas

¿Eres de los que come mientras ve la televisión o mira el móvil? Muchas veces cuando comemos solos o incluso en familia tenemos la costumbre de poner algún programa de televisión o pelí­cula para distraernos y pasar el rato. Esto hace que dejemos de prestar atención al acto de comer, pero además tampoco alimentamos las relaciones sociales con las personas que nos rodean. Comer con la televisión puesta, o mientras haces scroll en el móvil tiene algunas consecuencias. ¡Veamos porqué es necesario comer sin pantallas!

¿Por qué es importante no usar dispositivos electrónicos con pantallas durante las comidas?

La principal razón por la que no se deben utilizar pantallas durante las comidas es porque se desví­a la atención del acto de comer a lo que vemos en la televisión, el teléfono móvil o las tabletas. Te damos 3 razones para animarte a eliminar los dispositivos electrónicos de la mesa.

3 razones para comer sin pantallas

Para no comer más de la cuenta

Prestar atención a los alimentos y las cantidades que se come es esencial para desarrollar e identificar las señales de hambre y saciedad.  Comer con pantallas desví­a la atención de los estí­mulos de saciedad, que llegan a través de la vista, y también de la sensación de estar llenos. La vista se centra en la pantalla y no se perciben los platos que hay en la mesa. Además, la atención está centrada en lo que se ve o se lee, por lo que tampoco se presta atención a la sensación de plenitud del estómago.

Así­ que, probablemente si no prestamos atención mientras comemos y no escuchamos ni dejamos que nuestro cuerpo enví­e las señales pertinentes, se pueden alterar estas sensaciones, y esto nos pueda llevar a comer más de la cuenta. Si esto se repite de forma habitual, aumenta el riesgo de acabar desarrollando un problema de sobrepeso.

Porque te permitirá relacionarte con tus seres queridos

Comer es un acto social, es uno de los motivos estrella por lo que las familias y amigos se juntan para celebrar cumpleaños, fiestas o simplemente pasar el rato. Ese espí­ritu de socialización debe mantenerse aunque las comidas sean en casa. Es muy habitual poner la televisión para ver las noticias o alguna pelí­cula, serie o programa de televisión. Esta frecuente práctica quita parte del tiempo para compartir las experiencias y vivencias del dí­a.

Si estás en familia, las cenas pueden convertirse en un momento ideal para que cada integrante explique cómo ha ido su dí­a. También puede ser un espacio para comentar temas curiosos, historias o pensar en el fin de semana. Es un momento ideal para poner en común ideas y opiniones sobre la actualidad o planear diferentes actividades, cosa que con la tele puesta o con el móvil en la mano es mucho más complicado.

Para los niños y adolescentes esto es particularmente importante. Compartir este valioso tiempo y charlar con ellos creará un espacio de confianza en el que podrán expresar sus preocupaciones, inquietudes… No se trata únicamente de estar juntos en la misma mesa, sino de estar realmente disponibles, y que sientan que pueden contar lo que necesiten.

Para educar a los más pequeños de la casa

Los niños aprenden esencialmente por imitación, lo que en el ámbito de la alimentación saludable resulta un punto a favor, ya que si ven que sus padres tienen patrones alimentarios saludables, instintivamente y por imitación, ellos los reproducirán.

En muchas ocasiones, para que los niños se calmen y hagan caso durante las comidas se acostumbra a dejar que vean dibujos animados, ya sea en el móvil, tabletas o la televisión. En el caso de los niños pasa como en los adultos, el hecho de no prestar atención a la comida también sesgará la sensación de hambre y saciedad, por lo que no aprenderán a percibir cuando se sienten saciados. Además, tampoco se fijarán en los alimentos que están comiendo, por lo que a la larga les costará más aprender los patrones de una alimentación saludables ya que no estarán tan integrados.

Trucos para eliminar los móviles de la mesa

El móvil ha pasado a ser prácticamente una extensión de nuestra mano. Llegamos a una cafeterí­a, o nos sentamos a la mesa, y la mayorí­a de nosotros pone el teléfono al lado del plato, como si se tratara de un cubierto más. Estamos pendientes de las redes sociales, e-mails… Si estás solo, no es tan problemático. Pero esta situación suele reproducirse también cuando estamos en compañí­a, desatendiendo las relaciones interpersonales.

La distracción constante que producen los mensajes es la principal enemiga de una buena conversación y, como hemos visto, también puede llevarnos a malos hábitos alimentarios. Por eso, cada vez surgen más iniciativas para dejar a un lado los móviles y centrarse en la comida, bebida y la compañí­a. Estas son algunas de las estrategias que puedes usar:

  • Si haces una cena en casa, prepara una caja bonita en la que todos deberán dejar sus móviles. Les serán devueltos al final de la velada.
  • Lo anterior puede convertirse en un reto, para añadirle un punto de humor y convertirlo en un juego. Todos los móviles deberán silenciarse y dejarse en el medio de la mesa. El primero que tenga la tentación de mirarlo, tendrá una penalización simbólica.
  • En las cenas y comidas familiares, y especialmente con niños, lo mejor es establecer la regla de “cena sin móviles ni televisión” de manera clara y rigurosa. Que los adultos den ejemplo es básico, ¡no se vale mirar el móvil disimuladamente!

 

En conclusión, evitar las pantallas durante las comidas favorecerá a las relaciones sociales personales, a aprender a escuchar nuestro cuerpo y sus parte de sus necesidades y a tener una buenos hábitos de alimentación. Si quieres, puedes leer nuestro artí­culo de consejos para vivir sin estar pegados a las pantallas. Y también puedes aprender a mejorar la concentración con nuestro artí­culo para vivir con plena consciencia de lo que hacemos.

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