La calabaza es un fruto que encontrarás en el mercado todo el año, con intenso color y un sabor dulce y suave, pero es en otoño e invierno cuando podrás disfrutarla en todo su esplendor. Es un alimento tradicional, muy saludable y nutritivo, bajo en calorías y rico en vitaminas y minerales.
¿Qué es la calabaza?
La calabacera es una planta de tallos muy largos y ásperos, con las hojas anchas, lobuladas y cubiertas de pelo, que hace unas flores amarillas y su fruto es la calabaza. Necesita un clima cálido, con buena luminosidad y bastante espacio para su crecimiento. Es originaria de América Central y tiene 850 especies de plantas, cada una con su correspondiente fruto, por lo que la oferta es inmensa y variada.
Normalmente encontrarás dos variedades de calabaza en el mercado, la calabaza de verano, que tiene una piel fina y sus semillas son blandas, o la calabaza de invierno, que la piel es más gruesa y su sabor es más dulce que el de la anterior. A la hora de comprar una calabaza busca una que sea tersa y con la piel intacta y homogénea, sin manchas y con buena apariencia. Las calabazas se conservan durante bastante tiempo, algunas incluso medio año. Si te cuesta pelarla, ponla a cocer, cortada en trozos, y una vez la piel esté blanda, será más fácil de quitar.
Las propiedades de la calabaza
Esta hortaliza tiene muchos beneficios ya que es baja en calorías, tiene mucha cantidad de agua y es un buen aporte de fibra. Destaca por tener bajo contenido en hidratos de carbono y escasa cantidad de grasas. También cuenta con vitaminas antioxidantes como son la vitamina A, C y E y minerales como el calcio, el fósforo, el hierro, el magnesio y el potasio. Es ideal para dietas saludables de adelgazamiento, estreñimiento o retención de líquidos.
Cómo se cocina la calabaza
La puedes consumir cruda, picada muy finita, en ensaladas o en entremeses o cocida dentro de un potaje, un puré o en una crema. También la puedes añadir en un plato de verdura o de legumbres ya que su vistoso color lo hará más apetecible. Utilízala de guarnición para acompañar los segundos platos en una salsa, frita como si fueran chips, salteada o a la plancha en rodajas finas. Si a esto le añades que la puedes condimentar de muchas maneras, ¡quedará genial! Incluso puedes elaborar postres, endulzándola con miel o mezclándola con otras frutas. Crea galletas, flanes, pasteles o mermeladas. ¡Estarán deliciosos!
Pero aquí no acaba todo, dentro de la calabaza, podrás encontrar sus semillas ¡que son comestibles! Son frutos secos de cáscara dura y aportan beneficios interesantes. Las puedes consumir tostadas o crudas, enteras o en polvo, solas o en postres y ensaladas. Seguro que también la habrás visto decorando distintos espacios. Queda genial decorar ambientes rústicos con diferentes variedades, aunque su uso ornamental más extendido es para la festividad de Halloween.
Como podéis ver, ¡la calabaza es una hortaliza muy versátil!