Consejos para bajar el colesterol
Conoce más en profundidad consejos para bajar el colesterol, qué es y qué alimentos ayudan a reducirlo. Actualmente, aproximadamente un 20% de la población española mayor de 18 años presenta unos niveles de colesterol superiores a los recomendados. Seguro que has oído decir que, para bajar el colesterol, es importante reducir el consumo de grasas saturadas, pero ¿Sabes por qué las grasas saturadas influyen en los niveles de colesterol? Aprende más sobre cómo funciona el cuerpo humano, ¡No pierdas detalle!
¿De acuerdo pero, qué es el colesterol?
El colesterol es una sustancia que pertenece al grupo de los esteroides, un tipo de lípidos o grasas. Podemos encontrarlo de forma natural en el cuerpo, de hecho, es esencial para que funcionen todas las células correctamente. Circula a través de la sangre por el cuerpo entre el hígado, donde se produce y se almacena, y el resto de los tejidos que forman el organismo. Pero como se trata de una sustancia grasa, la mayoría no es soluble en soluciones acuosas como la sangre, y necesita de unas sustancias llamadas lipoproteínas para desplazarse por ella. Por este motivo, una gran parte del colesterol que necesitamos se crea naturalmente en el hígado (colesterol endógeno), y otra parte proviene de nuestra alimentación (colesterol exógeno).
La diferencia entre el “colesterol bueno” y el “malo”
- El colesterol-HDL o colesterol bueno, ayuda a eliminar el exceso de colesterol arrastrándolo desde las arterias hasta el hígado. Este, ayuda a conservar una buena salud cardiovascular, por tanto, es importante mantener unos niveles altos.
- Y el colesterol-LDL o colesterol malo, es una lipoproteína, es decir, se trata de una sustancia formada por lípidos (grasas) y proteínas cuya función principal es transportar el colesterol desde el hígado hasta los tejidos de nuestro cuerpo. Por tanto, si los niveles son elevados puede ir acumulándose en las paredes de las arterias. En consecuencia, el diámetro se va estrechando y la sangre fluye con mayor dificultad, incrementando así el riesgo de enfermedad cardiovascular.
¿Cuándo se convierte el colesterol en un problema?
El colesterol empieza a ser un problema cuando los niveles que tenemos en sangre son excesivos, porque es entonces cuando pueden empezarse a acumular depósitos de grasa en las arterias, afectando así a la salud cardiovascular.
Aunque el mecanismo no está del todo claro, parece ser que las grasas saturadas “taponan” los receptores (llamados fosfolípidos) del colesterol LDL en las células, por lo que no puede acceder al interior de las mismas. Al no poder traspasar la pared de las células, aumenta la concentración del colesterol malo en la sangre, superando, de este modo, los niveles recomendados.
Controlar el colesterol con la alimentación
Seguro que has oído decir alguna vez que hay alimentos que pueden aumentar tu colesterol. De hecho, un solo alimento no hará que esto suceda, pero una dieta poco saludable si puede hacerlo, sobre todo, una dieta rica en grasas saturadas. Por ese motivo lo más importante no es eliminar algunos alimentos de tu día a día, sino comer saludablemente. Una dieta baja en grasas saturadas y azúcares simples, evitando la bollería industrial, los alimentos precocinados y los alimentos fritos, harán que el riesgo de que aumente el colesterol malo sea mucho menor. Por eso, se recomienda potenciar los alimentos de origen vegetal, así como las carnes y elaborados cárnicos bajos en grasas y grasas saturadas, así como el pescado (blanco y azul) y el consumo moderado de huevos. También es muy recomendable emplear técnicas culinarias sencillas y que no añadan demasiadas grasas y calorías a tus recetas.
¿Qué son las lipoproteínas?
Son unos elementos esféricos que formados por dos partes. En su parte interior se encuentran el colesterol y los triglicéridos y la parte externa se forma por otras sustancias como proteínas, lípidos solubles y colesterol libre, por lo que son el vehículo de transporte, desde los intestinos y el hígado hasta las células de donde se necesiten.
Se pueden encontrar cinco clases de lipoproteínas
- Quilomicrones: que son las más grandes y las que más colesterol contienen.
- Las de muy baja densidad o VLDL, por sus siglas en inglés (very low density lipoproteins).
- Las lipoproteínas de densidad intermedia o IDL (intermediate density lipoproteins).
- Las de baja densidad o LDL (low density lipoproteins), también conocidas como “colesterol malo”.
- Las lipoproteínas de alta densidad o HDL (high density lipoproteins), que se conocen como “colesterol bueno”.
¿Cómo se transporta el colesterol por el cuerpo?
Está presente en nuestro cuerpo se obtiene a través de dos vías distintas. Una es la dieta, es decir, el que ingerimos a través de los alimentos (también llamado colesterol exógeno) y el que fabrica el propio cuerpo (colesterol endógeno).
El recorrido del colesterol exógeno
Comienza mediante la absorción, junto con los triglicéridos, por parte del intestino. Aproximadamente, absorbemos un 40% del colesterol que hemos ingerido. Para poder atravesar la barrera intestinal, se une a los quilomicrones. Éstos pasan al torrente sanguíneo y van liberando triglicéridos en los músculos o en el tejido graso de reserva (el que tenemos acumulado). Una vez se han liberado los triglicéridos, los quilomicrones llegan hasta el hígado cargados de colesterol. La cantidad que el hígado no necesita pasa a las sales biliares y puede volver a ser absorbida por el intestino, llevándola de nuevo al hígado, de modo que el colesterol endógeno sigue un circuito, más o menos cerrado entre estos dos órganos.
El recorrido del colesterol endógeno
Se produce en el hígado y se secreta a la sangre a través de las lipoproteínas VLDL y se transporta junto con triglicéridos. Estas últimas sustancias viajan hasta las células de los músculos y del tejido graso acumulado, donde se liberan. Así, las lipoproteínas VLDL se van transformando en lipoproteínas IDL (que contienen menos cantidad de triglicéridos que las anteriores). Éstas siguen su camino, y se van transformando hasta lipoproteínas LDL (que ya no poseen triglicéridos) que son las encargadas de transportar la mayoría del colesterol a través de la sangre hasta los tejidos periféricos (es decir, los tejidos que se encuentran más alejados del hígado). Las lipoproteínas LDL, conocidas como colesterol malo, son las más perjudiciales para el organismo ya que están directamente relacionadas con un aumento del riesgo cardiovascular.
Las lipoproteínas HDL, las de alta densidad, se encargan de hacer el camino inverso. Es decir, son las responsables de concentrar el colesterol libre desde los tejidos periféricos hasta el hígado de nuevo. Por este motivo, las lipoproteínas HDL se relacionan directamente con la reducción del riesgo de enfermedades cardiovasculares.
¿Influye la cantidad de colesterol que ingerimos, en la sangre?
El hígado es capaz de incorporar una parte del colesterol alimentario al colesterol que el fabrica, por lo que, si la ingesta de este nutriente a partir de la dieta es elevada, puede regular su capacidad de fabricación. Pero es que otras sustancias como las grasas saturadas sí afectan a la cantidad de colesterol que hay en la sangre. Cuantas más grasas saturadas se ingieran a través de los alimentos más elevado estará, por lo que es importante seguir una dieta saludable y saber escoger entre las opciones que tenemos disponibles, como los productos ElPozo BienStar, que son bajos en grasas y en grasas saturadas. Veamos cómo controlar el colesterol.
10 consejos para controlar el colesterol
Casi el 50% de la población española tenia los niveles de colesterol elevados (según estudio de la Revista Española de Cardiología). Muchas de estas personas no son conscientes de ello, ya que únicamente se puede detectar con un análisis de sangre. Lo ideal es la prevención, es decir, evitar llegar a tener que tomar medidas para controlar el colesterol.
- Realizar 5 comidas todos los días, tres principales (desayuno, comida y cena) y dos tentempiés (almuerzo y merienda).
- Consumir verduras y hortalizas en cada comida principal y 3 raciones de fruta al día.
- Incluir cada día cereales integrales y tomar legumbres unas 3 veces a la semana. La fibra que contienen puede ayudar a reducir la cantidad de colesterol que llega al torrente sanguíneo.
- Elegir lácteos desnatados o semidesnatados, por su menor contenido en grasas y colesterol (la leche semidesnatada contiene menos de la mitad del colesterol que la leche entera).
- Tomar, a diario, un puñado (con la mano cerrada) de frutos secos. Sobre todo, que sean al natural o tostados, y no fritos.
- Consumir carnes magras (cerdo, pollo, pavo o conejo), con pocas grasas y evitar las carnes rojas, así como alimentos con elevado contenido en grasas saturadas como la nata, la mantequilla, las vísceras o los quesos curados. También se pueden tomar entre 3 y 4 huevos a la semana; ¡sí, has leído bien!
- Aumentar el consumo de pescado, sobre todo azul, ya que contiene grasas omega3, beneficiosas para el sistema cardiovascular.
- Usar el aceite de oliva para aliñar y cocinar. Las grasas que contiene contribuyen a mantener los niveles de colesterol dentro de la normalidad.
- Tomar alimentos enriquecidos en esteroles vegetales, ya que contribuyen a reducir los niveles de colesterol.
- Optar por las cocciones ligeras, con poca cantidad de aceite, como el microondas, el horno, la plancha, los hervidos, etc. y realizar actividad física diariamente.
¡Con esto puedes controlar el colesterol por tu bienestar! Si quieres mejorar tus hábitos, no te pierdas el Plan bienestar, con un test para valorar tu estilo de vida y trucos para potenciar tu mejor versión.