El 29 de septiembre se celebra el Día Mundial del Corazón. El corazón es el motor de nuestro cuerpo, por lo que cuidarlo es fundamental para nuestra salud. A medida que pasa el tiempo, hay más personas que padecen de problemas cardiovasculares; lo más probable es que alguien de tu alrededor tenga el colesterol alto o hipertensión arterial. ¿Sabías que las enfermedades cardiovasculares son unas de las más frecuentes a nivel mundial? En el artículo de hoy te contamos aspectos clave sobre la salud del corazón y algunos consejos para cuidarlo cada día, ¡no dejes de leer!
Consejos para cuidar tu corazón
El corazón de cada uno está expuesto a una serie de factores que van a influir en su desarrollo. En este sentido, algunos de estos factores no pueden modificarse, como la edad o el sexo. Sin embargo, sí está en nuestras manos influir en los factores que se pueden modificar, ya que estarán condicionados por nuestros actos: los alimentos que escogemos, la actividad física que realizamos, el descanso, el tiempo que invertimos en nuestro bienestar… ¡Siguiendo un estilo de vida saludable se contribuye a tener un corazón sano!
1. Hábitos saludables para tu corazón
El corazón es el encargado de bombear nuestra sangre permitiendo que ésta llegue a los diferentes tejidos. Es un órgano fundamental y mantenerlo sano está en nuestras manos. Lo primero y primordial para mantener la buena salud de tu corazón es seguir unos hábitos de vida saludable, lo que incluye aplicar a la rutina diaria la práctica de ejercicio físico, evitar el consumo de sustancias nocivas como el tabaco o el alcohol y, por supuesto, llevar una alimentación saludable es esencial.
Para practicar ejercicio físico diariamente, no es necesario convertirse en deportista de élite, ni mucho menos, sino que basta con caminar un mínimo de 30 minutos. Este ejercicio es súper saludable y va estupendo para mantener un buen ritmo cardíaco. Por supuesto, correr, nadar, ir al gimnasio o montar en bicicleta también son ejercicios muy recomendables para la salud del corazón. La idea es evitar el sedentarismo, es decir, no estar sentados o sin moverse demasiadas horas, de modo que debemos mantener el cuerpo activo y sano.
Finalmente, no olvides que un buen descanso es básico para reparar nuestro cuerpo y nuestros tejidos. Se necesitan al menos 8 horas de sueño. Este buen hábito de dormir bien no se debe pasar por alto.
2. Alimentación sana para el corazón
Los últimos estudios realizados por investigadores muestran que el patrón alimentario más recomendable para cuidar la salud cardiovascular es la Dieta Mediterránea. Esto es debido a que este modelo alimentario, tan típico de nuestra cultura, se basa en el consumo abundante de alimentos de origen vegetal como verduras, frutas, legumbres y frutos secos, así como los cereales integrales. También tiene mucha importancia el consumo de grasas saludables, tan beneficiosas para la salud del corazón, entre las que destacan el aceite de oliva y las grasas omega-3, procedentes del pescado. Un consumo moderado de carnes magras y huevos también son propios de la Dieta Mediterránea.
Los alimentos de origen vegetal deben estar presentes en la dieta diaria. Las frutas, las verduras, las hortalizas, los frutos secos, las legumbres o los cereales, en su versión integral, serán aliados para la salud cardiovascular. Asimismo, se aconseja moderar el consumo de alimentos ricos en grasas saturadas y colesterol, optando por las carnes más magras y los elaborados cárnicos optimizados nutricionalmente, evitar los azúcares simples y la sal.
3. Control del peso
Mantener un peso saludable es otro aspecto beneficioso para nuestro corazón. La obesidad, la hipertensión arterial o los altos niveles de colesterol en sangre son algunos de los factores de riesgo para desarrollar una enfermedad del corazón. Para ello, tanto ejercicio físico como alimentación saludable ¡Son la mejor herramienta! Incorporar estos hábitos saludables en el día a día será una apuesta segura para mantener el peso en los niveles recomendados. Este dúo saludable también ayudará al control de los niveles de tensión arterial y de colesterol. El objetivo es que se mantengan dentro de unos parámetros recomendados.
Además, dejar a un lado el sedentarismo ayuda también a mejorar los niveles de hipertensión, colesterol y grasa total de nuestro cuerpo, por lo que hacer ejercicio físico es un gran aliado para nuestro corazón. Si bien este es un factor determinante, no es necesario entrenarnos cada día como un deportista profesional. Para llevar un estilo de vida más activo, puedes empezar caminando 30 minutos cada día e ir aumentando de manera progresiva la actividad física.
Cuida la salud de tu corazón con estos consejos y ¡mantenlo en buena forma! Si quieres mejorar tus hábitos, no te pierdas el Plan bienestar, con un test para valorar tu estilo de vida y trucos para potenciar tu mejor versión.