Existe una fuerte evidencia respecto a la relación causal entre la ingesta de sodio y la presión arterial. Una reducción modesta en su ingesta esta asociada con una significativa reducción de la presión arterial tanto en personas con hipertensión como en sujetos con valores dentro de la normalidad. En esta revisión se analiza la evidencia disponible respecto a la ingesta de sodio, la presión arterial y las enfermedades cardiovasculares. Además, se discuten las principales hipótesis fisiopatológicas subyacentes de esta relación.
