Antecedentes
La revista BMC Nutrition ha publicado un artículo donde se analiza la influencia de la edad en la variación de las asociaciones entre la dieta y las enfermedades cardiometabólicas en hombres y mujeres.
El objetivo
El objetivo de este estudio fue identificar las diferencias entre sexo y la relación de este con la edad entre los factores de riesgo cardiometabólicos (CMDrfs) establecidos y las puntuación obtenida referente a la calidad de la dieta con el Healthy Eating Index (HEI).
El estudio
La prevalencia de enfermedades cardiometabólicas aumenta con la edad y las manifestaciones cardiovasculares y metabólicas varían en función del sexo. En 2012, un 25% de la población mundial adulta sufría de obesidad, resistencia a la insulina, dislipemia e hipertensión, un conjunto de patologías que se constituyen como factores de riesgo cardiovascular.
La alimentación tiene un papel influyente en el desarrollo de los CMDrfs. Para evaluar la calidad de la dieta de los participantes se utilizó HEI, una herramienta que mide la calidad de esta partiendo de las recomendaciones de las Dietary Guidelines for Americans. Una puntuación elevada en HEI se asocia con la reducción de riesgo de muerte en general, incluyendo las enfermedades cardiovasculares y el cáncer. Los participantes se dividieron en 18 grupos en función del sexo, la edad (18–33, 34–49 y 50–65) y el IMC (en rangos de normopeso, sobrepeso y obesidad). En función del IMC y de algunos parámetros bioquímicos, se estratificaron los participantes en dos grupos, el primero con presencia de CMDrf (alto CMDrf) y el segundo con ausencia de estos (bajo CMDrf).
Resultados
Los resultados mostraron diferentes correlaciones entre los componentes HEI (un total de 13, disponibles en la Tabla Suplementaria 1). Las correlaciones más fuertes se observaron entre los componentes “fruta total” y la “fruta entera” con las “grasas totales” y las “grasas saturadas”. Por otro lado, las puntuaciones HEI fueron más altas en el grupo de 50-65 que en el de 19-49 años. En cuanto al sexo, las mujeres obtuvieron mayores puntuaciones en componentes como “verduras totales” y “fruta entera”, además de una puntuación más baja en “grasa saturada” que los hombres.
Respecto a la clasificación por CMDrf, el 72% de la muestra fue estratificada al grupo de alto CMDrf, ya que presentaban al menos 1 factor de riesgo. De ellos, solamente el 25% de los participantes con un IMCI > 25 kg/m2 presentaron un único factor. La participantes que contaron con el análisis de parámetros bioquímicos y un IMC de normopeso se clasificaron en gran medida el grupo de bajo CMDrf (95%).
Por su parte, las puntuaciones HEI se calcularon mediante la recogida de 2-3 recordatorios de 24 horas. Esta puntuación fue inferior para el grupo de alto CMDrf que para el grupo con un bajo CMDrf.
Riesgos cardiometabólicos
Teniendo en cuenta el sexo y la edad, se encontraron diferencias estadísticamente significativas hasta en 8 componentes diferentes de la puntuación HEI. Por ello, se construyeron diferentes modelos de predicción para evaluar las categorías de edad por sexo. Los “lácteos”, “vegetales totales” y las “grasas saturadas” fueron los componentes de HEI comunes en todos los modelos de predicción de CMDrf basados en la dieta para ambos sexos y todos los grupos de edad.
Finalmente, y como era de esperar, factores como un IMC, glucosa en ayunas y HOMA más elevados se presentaron en el grupo de alto CMDrf, independientemente de la edad y el sexo.
Conclusión
La dieta constituye una importante y modificable variable asociada con el riesgo cardiovascular, aunque también presenta diferencias en función de la edad y el sexo. Los hábitos alimentarios pueden influir en la salud. De hecho, el estudio demuestra que una mejor calidad de la dieta se asocia con características antropométricas y metabólicas beneficiosas.
Las diferencias de sexo y edad en los patrones dietéticos clasificaron a los participantes en función de los CMDrfs. Este hecho respalda una asociación entre los componentes específicos de la dieta y el riesgo de padecer una enfermedad cardiometabólica, la cual difiere según el sexo. La inclusión de patrones dietéticos específicos por sexo en las evaluaciones de salud puede proporcionar una orientación nutricional específica para reducir la carga de las enfermedades cardiovasculares.
Fuente
La versión completa del artículo en inglés está disponible en Open Access aquí.
Referencia
Artegoitia VM, Krishnan S, Bonnel EL, Stephenen CB, Keim NL, Newman JW. Healthy eating index patterns in adults by sex and age predict cardiometabolic risk factors in a cross-sectional study. BCM Nutr. 2021;7(1):30.