RESUMEN
El estado nutricional de una madre durante la gestación tiene un gran impacto, por un lado, en su propia salud durante y después del embarazo, y, por otro lado, en el desarrollo fetal.
Esta etapa de la vida se caracteriza por presentar una serie de cambios fisiológicos que ocurren de manera rápida y brusca. Los requerimientos nutricionales de la madre se ven aumentados, por lo que una dieta equilibrada es necesaria para evitar posibles deficiencias de nutrientes que puedan representar un riesgo tanto para la madre como para el bebé.
IMPORTANCIA DE LA INGESTA DE PROTEÍNA DURANTE EL EMBARAZO
Seguir una dieta variada y equilibrada, que aporte todos los nutrientes necesarios durante la gestación, es clave para el correcto desarrollo del bebé. [1]
La proteína es el macronutriente que aporta funciones únicas que determinan el desarrollo de una nueva vida. Es un componente esencial de la dieta, ya que sus roles biológicos principales son estructurales y funcionales. Según la recomendación de la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), los requerimientos proteicos durante el embarazo varían dependiendo el trimestre en el que se encuentre la madre. Esto ocurre porque, a lo largo de la gestación, la cantidad de proteína utilizada para su depósito en los tejidos (maternos y fetales) va aumentando gradualmente, siendo el segundo y el tercero trimestres los de mayor importancia. [1]
La OMS recomienda para una persona adulta sana una ingesta de 0.75 g de proteína de buena calidad por kg de peso corporal al día y añade que, en el contexto de una mujer embarazada, se recomienda adicionar 1.2 g/día, 6.1 g/día y 10.7 g/día en el primer, segundo y tercer trimestre, respectivamente. [2]
La nutrición materna durante la gestación, especialmente la ingesta de proteínas es un factor clave en la supervivencia y desarrollo del embrión. Una ingesta insuficiente de proteína puede causar pérdidas embrionarias, restricción del crecimiento intrauterino, y una reducción en el crecimiento postnatal, como consecuencia a la deficiencia de aminoácidos importantes para el metabolismo y la función celular.3 Los riesgos derivados de una ingesta insuficiente de proteínas por parte de la madre no solo repercuten en el desarrollo del embrión, sino que también afectan a su propia salud y puede resultar en un aumento de la adiposidad abdominal, resistencia a la insulina, preeclampsia, complicaciones post parto, hemorragias, entre otros riesgos a largo plazo. [3]
Aunque es ampliamente reconocido que la cantidad de proteínas consumidas tiene una gran relevancia, es igual de importante la calidad de estas. Existen dos tipos de proteínas según su origen: animal o vegetal. Las proteínas de origen animal, a diferencia de las de origen vegetal, poseen una concentración más alta de proteínas por porción y proporcionan todos los aminoácidos esenciales, además de no afectar a la absorción de otros nutrientes indispensables. [4] En el caso de la placenta, esta requiere niveles adecuados de aminoácidos para alcanzar un crecimiento óptimo y para proveer al feto de todos los nutrientes necesarios. [4]
NUTRIENTES IMPORTANTES QUE APORTA LA CARNE Y POSIBLES RIESGOS QUE PODEMOS EVITAR
La carne es una fuente de proteínas de origen de alto valor biológico que además contiene micronutrientes esenciales, como el hierro hemo, zinc y vitaminas del complejo B, los cuales contribuyen a la formación de tejidos y al desarrollo neurológico. [4]
El consumo de carne de manera regular y en cantidades adecuadas contribuye a un estilo de vida saludable ya que es un alimento rico en hierro de fácil absorción, es fuente de zinc, vitamina B12 y ácido fólico. [6]
Tanto las proteínas como los micronutrientes son de suma importancia para el crecimiento y desarrollo del bebé antes y después del parto, ya que su deficiencia podría causar consecuencias negativas, como un crecimiento insuficiente, defectos del tubo neural, del sistema inmunológico, endocrino, reproductivo y cardiovascular. Deficiencias que podrían poner en riesgo la salud desde la infancia hasta la vida adulta. [5]
CARNES MAGRAS COMO FUENTE DE PROTEÍNA ANIMAL
Durante el embarazo, se recomienda consumir proteínas de origen animal provenientes de alimentos como la carne magra, los productos lácteos, las aves, el pescado y los huevos. Incluir estos alimentos en la dieta es una excelente opción para poder alcanzar los requerimientos nutricionales necesarios diarios de una forma variada y equilibrada. [7]
Es importante que al hacer la compra seamos capaces de reconocer y optar por productos, no solo altos en proteínas y bajos en grasas saturadas, sino que también cuenten con nutrientes de alta calidad en proporciones apropiadas, lo que contribuirá a mantener un buen estado de salud tanto de la madre como del bebé. [7]
PREVENCIÓN DE LA TOXOPLASMOSIS DURANTE EL EMBARAZO: RIESGOS Y MEDIDAS DE HIGIENE
La toxoplasmosis es una infección causada por un parásito, el cual puede presentar un riesgo durante el embarazo, ya que puede transmitirse a través de la placenta al feto y causar una serie de problemas como bajo peso al nacer, sordera, retraso mental y dificultad para el aprendizaje. [7]
El consumo de carne cruda o poco cocinada puede aumentar de manera significativa la probabilidad de infectarse por este parásito y adquirir esta enfermedad, por lo que está totalmente desaconsejado durante los meses de embarazo. [8]
Sin embargo, esto no significa que las mujeres embarazadas deban evitar su consumo, si no que deben seguir unas correctas prácticas de manipulación y cocinado para asegurar un consumo seguro.
Durante la preparación de la carne es fundamental el lavado de manos antes y después de preparar los alimentos, evitar tocar mascotas durante la preparación y, a la hora de cocinar la carne, hay que asegurarse de que se alcance una temperatura mayor a 80º C en el centro del alimento. [9]
CONCLUSIÓN
El consumo adecuado de carne durante el embarazo es fundamental para garantizar una nutrición óptima tanto para la madre como para el bebé. La carne magra, rica en proteínas de alta calidad, hierro, zinc y vitaminas esenciales, desempeña un papel crucial en el desarrollo fetal, especialmente en los dos últimos trimestres de la gestación. Optar por productos de origen animal de buena calidad es clave para disfrutar de sus beneficios nutricionales sin comprometer la salud.
Es importante destacar la necesidad de seguir unas prácticas de higiene adecuadas y asegurar que la carne esté bien cocinada para evitar riesgos como la toxoplasmosis, que podrían tener consecuencias graves en el feto.
Una dieta equilibrada, que incluya carne en las cantidades correctas y preparada con las técnicas adecuadas, contribuirá a una gestación saludable y al bienestar de la madre y el bebé.
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REFERENCIAS
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- EFSA Panel on Dietetic Products, Nutrition and Allergies (NDA). (2012). Scientific Opinion on Dietary Reference Values for protein. EFSA Journal, 10(2), 2557. https://doi.org/10.2903/j.efsa.2012.2557
- Herring, C. M., Bazer, F. W., Johnson, G. A., & Wu, G. (2018). Impacts of maternal dietary protein intake on fetal survival, growth, and development. Experimental Biology and Medicine, 243(6), 525–533. https://doi.org/10.1177/1535370218758275
- Schönfeldt, H. C., & Gibson Hall, N. (2012). Dietary protein quality and malnutrition in Africa. British Journal of Nutrition, 108(S2), S69–S76. https://doi.org/10.1017/S0007114512002553
- Reynolds, L. P. (2022). Meats as part of a healthy diet of nutrient-dense foods during pregnancy and lactation. American Journal of Obstetrics & Gynecology, 227(2), 359-360. https://doi.org/10.1016/j.ajog.2022.03.026
- Misan, N., Paczkowska, K., Szmyt, M., Kapska, K., Tomczak, L., Bręborowicz, G. H., & Ropacka-Lesiak, M. (2019). Nutritional behavior in pregnancy. Ginekologia polska, 90(9), 527–533. https://doi.org/10.5603/GP.2019.0090
- Many, A., & Koren, G. (2006). Toxoplasmosis during pregnancy. Canadian family physician Medecin de famille canadien, 52(1), 29–32.
- Wehbe, K., Pencole, L., Lhuaire, M., Sibiude, J., Mandelbrot, L., Villena, I., & Picone, O. (2022). Hygiene measures as primary prevention of toxoplasmosis during pregnancy: A systematic review. Journal of Gynecology Obstetrics and Human Reproduction, 51(3), 102300. https://doi.org/10.1016/j.jogoh.2021.102300