Cuando terminamos de hacer preparaciones en la cocina como alguna receta o un bocadillo, solemos pasar una bayeta humedecida con agua por la superficie que hemos usado y pensamos que tenemos la cocina como los chorros del oro pero, ¿esto es así de verdad? Lo cierto es que este ejercicio es insuficiente (e incluso contraproducente si no se seca la superficie adecuadamente) para tener la cocina impecable y bien limpia. Por tanto, es fundamental que, como mínimo una vez a la semana, realicemos la limpieza de la encimera, el fregadero, la placa vitrocerámica y el suelo con mayor profundidad. También es importante que limpiemos más a fondo el frigorífico y los armarios, tanto por dentro como por fuera, y las paredes, aproximadamente una vez al mes, incluso aunque no se vea sucio.
¿Por qué es importante tener una cocina impecable?
Como decimos al principio, una cocina limpia es sinónimo de salud, de un estilo de vida saludable, ya que los microorganismos que conviven con nosotros pueden ocasionar toxiinfecciones alimentarias, si no se higienizan adecuadamente los alimentos que se van a consumir, así como las superficies que entran en contacto con los mismos.
6 claves para una cocina impecable y limpia
Como siempre se ha dicho: no es más limpio el que más limpia, sino el que menos ensucia, así que te vamos a dar las claves de una cocina impecable:
Lavarse las manos antes de cocinar
Aunque se haya repetido hasta la saciedad, una de las cosas más importantes es lavarse bien las manos antes de manipular alimentos.
Conserva los alimentos en su lugar
También es muy importante elegir productos sanos cuando vayas a hacer la compra, sobre todo, aquellos que son frescos como las frutas, las verduras, la carne o el pescado. Además, hay que conservarlos adecuadamente, en las partes inferiores de la nevera (donde hace más frío) y consumirlos en un tiempo de 3-4 días. Te explicamos en otro artículo cómo organizar los alimentos en la nevera.
Corta los alimentos de forma segura
La reparación de todos los utensilios e ingredientes que vas a necesitar, córtalos en una tabla de plástico ya que, al no retener humedad, evita la proliferación de microorganismos.
Cocina alimentos crudos y cocinados por separado
Si vas a cocinarlos, es elemental que el alimento se cueza en su totalidad (presta especial atención a las piezas muy grandes). Si no los vas a cocinar, se han de pelar y lavar correctamente. Debes tener en cuenta que si la receta que estás preparando combina alimentos cocinados y crudos, se deben manipular y conservar por separado.
Conserva bien los alimentos
Una vez cocinados los alimentos de tu preparación, refrigéralos lo más pronto posible, si no los vas a consumir inmediatamente. Lo más recomendable es guardarlos en un recipiente hermético.
Limpia la cocina tras cocinar
Cuando termines, limpia e higieniza las superficies que hayan estado en contacto con los alimentos y haz lo mismo con el menaje (lo ideal es hacerlo en el lavavajillas, ya que las elevadas temperaturas que alcanza consiguen una acción desinfectante mucho más eficaz que a mano), sécalos (siempre con papel absorbente de un solo uso; ¡los trapos son para coger utensilios calientes!) y guárdalos.
¡Ten tu cocina impecable y come de forma segura y sana!